Endesa, copropietaria junto a Iberdrola de la central nuclear de Garoña, insistió ayer en que la decisión de cierre obedece a motivos «única y estrictamente económicos» y que, por el momento, no hay novedad alguna que lleve a sus propietarios a cambiar esta decisión, según indicaron a la agencia Efe fuentes de la compañía eléctrica.

Está previsto que Garoña, operada al 50% por Iberdrola y Endesa a través de la firma Nuclenor, cierre definitivamente el próximo mes de julio, aunque hay informaciones que apuntan a que el Gobierno de Madrid estaría negociando con ambas eléctricas para mantener abiertas las instalaciones al menos hasta el año 2019.

En la presentación de sus cuentas de resultados, Endesa aseguró que en 2012 su resultado neto de explotación se redujo un 11%, hasta los 1.998 millones de euros, por el deterioro contable de los activos de minería y de la central burgalesa.

Nuclenor, que tiene licencia para operar hasta el 6 de julio, decidió parar la central en diciembre en respuesta a las nuevas tasas e impuestos a los residuos nucleares, que bajo su punto de vista hacen la central «inviable».

En varias ocasiones, el ministro de Industria, José Manuel Soria, ha manifestado el deseo del Ejecutivo Rajoy de mantener operativa la central más allá de 2013, siempre que cumplan con las exigencias del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).