El Ayuntamiento de Bermeo se encuentra en una delicada situación económica, por la mala gestión del anterior equipo de Gobierno del PNV. Solo Beruala, una sociedad de rehabilitación urbanística del Casco Viejo, con una participación del 100% del Ayuntamiento de Bermeo, atesora una deuda de casi ocho millones de euros.

La auditoria realizada a Beruala, manifiesta, que esta sociedad tiene una deuda de 4,180 millones de euros heredada del Gobierno anterior. A esto hay que sumar, que el 13 de febrero del presente ha sido notificada por el Juzgado de Instrucción nº 1 de Gernika un Decreto que obliga a Beruala a pagar una fianza de 3,4 millones de euros por el conflicto de las viviendas de San Martin, por las decisiones adoptadas por el anterior ejecutivo.

La gestión de Beruala, a manos del PNV, fue un despropósito y sus consecuencias son graves para la citada sociedad, el Ayuntamiento y el municipio, ya que son casi 8 millones de deuda que hipotecarán a nuestro municipio durante años. Cuando en junio de 2011 entramos a gobernar en el Ayuntamiento, supimos que las cuentas de Beruala no estaban claras y propusimos realizar una auditoria externa.

La empresa que realizó la auditoría, nos informó de que los años 2010-11 no eran auditables, debido a la falta de datos necesarios. Así, durante el Gobierno del PNV Beruala presentó declaraciones de renta erróneas, justificó las mismas facturas por duplicado, en lugar de utilizar el dinero obtenido por la venta de viviendas a pagar los préstamos lo destinó a otros temas... También se pone de manifiesto que durante años se ocultaban los problemas en las cuentas de Beruala con unos apuntes contables, es decir, maquillaban las cuentas para que el resultado final fuera 0, a pesar de que sabían que tenían perdidas y que no existía ningún tipo de control interno.

A partir de 2008 se disminuyó drásticamente la aportación que el Ayuntamiento de Bermeo realizaba a Beruala, un acto irresponsable, y la sociedad pública pasó a carecer de la financiación necesaria para afrontar sus gastos anuales. Esto repercutió gravemente en el objetivo primordial de la rehabilitación de la Parte Vieja, además, Beruala continuó aceptando las solicitudes de ayudas de los vecinos de la Parte Vieja para rehabilitar las viviendas, sabiendo que no disponía de dinero para pagarlas. Ayudas que, a día de hoy, están sin pagar.

En la auditoria, queda claro que en las cuentas de Beruala había muchas irregularidades. Por ello, Beruala tiene actualmente una deuda de 4,180 millones de euros, de los que 560.000 euros son la deuda con las y los vecinos por las ayudas aceptadas, 2,7 millones deuda con los proveedores y 860.000 euros a la contraída con los bancos.

Nuestro gobierno debe solucionarlo, porque es lo mejor para Beruala, el Ayuntamiento y sobre todo para los bermeotarras.

El primer paso dado para arreglarlo, ha sido solicitar un crédito que la Diputación, tiene que aceptar, y por el que nos exige un plan de ajuste presupuestario.

A esto, se une el conflicto de las VPO de San Martín. En este tema, no se han podido hacer peor las cosas. Así, el 13 de febrero ha sido notificada por el Juzgado de Instrucción nº 1 de Gernika un Decreto que obliga a pagar una fianza de 3,4 millones de euros, y de lo contrario, embargará los bienes de Beruala. Aparte hay que sumar, las costas judiciales y otro tipo de gastos.

Dicha resolución judicial trae causa en él litigio sobre el edificio (Bloque 2) que Beruala construyó en San Martín. Tras la homologación judicial de un acuerdo entre Beruala y la empresa Ibarretas XXI en el año 2009, Beruala se comprometió a construir los bloques 2 y 4 que proyectaba en San Martin con una misma altura y no lo hizo.

Pese a las reiteras advertencias que en forma de resolución judicial le ordenaban cumplir lo acordado con Ibarretas desde el año 2010, continúo con las obras. Ahora las decisiones judiciales han devenido en firmes, este último Decreto judicial viene a valorar en 3,4 millones de euros el costo del derribo y readecuación de dichas obras y ordena dicho pago. Fueron aproximadamente media docena de decisiones judiciales desde 2010 y se hizo caso omiso.

Por ello, se ha realizado un expediente informativo sobre la gestión que realizó Beruala en las viviendas de San Martín y concluye, que no se cumplieron los estatutos de Beruala y que la responsabilidad de que se cumpliesen era del que fue presidente de esta sociedad pública, el anterior alcalde, Xabier Legarreta.

El expediente también dice, que los dos bloques que Beruala construyó en dicha zona, bloques 2 y 4 de San Martín, tras alcanzar el acuerdo con Ibarretas XXI, se debían haber construido de la misma manera, teniendo en cuenta que así lo dictaron los juzgados en las decisiones adoptadas durante dos años.

No se hizo caso y ello nos obliga a pagar una fianza de 3,4 millones de euros.

Nuestro equipo de Gobierno ha propuesto en el Consejo de Administración de Beruala, dejar en manos de la justicia el tema de las viviendas de San Martín para depurar todas las responsabilidades que pudieran existir y estamos negociando con la Diputación de Bizkaia para poder afrontar el gasto desde imprevistos. Si hubiera actuado bien el anterior gobierno municipal del PNV, la situación económica de nuestro municipio sería buena y dispondríamos de recursos suficientes para afrontar las necesidades de Bermeo y sus vecinos, máxime en un contexto de crisis como el actual, pero los casi 8 millones de euros que hemos heredado nos ha hipotecado.

El Ayuntamiento de Bermeo trabajará para solucionarlo y dejará el tema a manos de la justicia para que depure responsabilidades.