Nunca han ganado en Getafe
Gladiadores que ansían la gloria en el coliseo azulón
Aymeric Laporte jugará como lateral izquierdo, mientras que Iker Muniain se quedará en el banquillo.
GETAFE - ATHLETIC
Natxo MATXIN
Como los gladiadores en época del imperio romano, los jugadores del Athletic no solo quieren salir indemnes del coliseo azulón, sino incluso conseguir lo nunca visto: traerse una victoria liguera de tierras getafenses. Y, con ello, encadenar su tercer triunfo consecutivo, lo que dejaría a la escuadra vizcaina en posición óptima para embocar la salvación cuanto antes.
No serán espadas, ni dagas, ni escudos o mallas lo que portarán los de Bielsa para acometer la empresa, sino la fe en la victoria que han mantenido en las últimas jornadas como mejor arma para contrarrestar un reciente juego que no termina de convencer y que permite al adversario generar muchas ocasiones en la meta del restituido Gorka Iraizoz.
Quizás por ello, el técnico rosarino ha preferido poner el destino defensivo inmediato del equipo en manos de hombres que considera en mejor momento de forma, pese a que ello suponga variar su habitual ubicación -Laporte se desenvolverá en el lateral izquierdo- y el enésimo once inédito de la presente temporada.
Muniain, suplente
Está claro que el mejor camino para obtener ese tercer triple seguido -sería la primera vez en la 2012-13- debe fraguarse sobre la seguridad que consiga imponer la zaga rojiblanca, que se ha marcado como objetivo continuar dejando su portería a cero, como ya hiciese en el derbi frente a Osasuna y contra el Valencia en la matinal del pasado domingo.
Otra de las notas destacadas del once batallador que saltará al verde del Alfonso Pérez es que en él no estará Iker Muniain, sin ningún tipo de problema físico, quien fuese el goleador ante una escuadra che que les puso las cosas muy difíciles a los leones. La suplencia del txantrearra confirma que para el míster argentino no está en su mejor momento de forma, aunque tras anotar hace una semana se podría haber pensado en su concurso de inicio.
Habrá que confiar en que no se le eche en falta a medida que avance una visita históricamente complicada para el Athletic, en la que por vez primera la parroquia rojiblanca confía en que al final el pulgar acabe mirando hacia arriba.
En una rueda de prensa muy emotiva, Gorka Iraizoz no ocultó sus sentimientos por lo que tuvo que vivir hace tres jornadas durante el partido contra el Espanyol.
«Me hizo sentir pena y mucho dolor, y me ha hecho vivir un tramo de reflexión y mucho trabajo», admitió el portero navarro apenas pudiendo contener las lágrimas.
Una sensación diametralmente opuesta a la que respiró frente al Valencia. «Me sentí feliz porque, en un momento en el que recojo un balón para sacar de portería pude sentir muy cerca esos aplausos de la gente. Me hicieron sentir otra vez dentro de esta familia», confesó. GARA