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FORO SOCIAL POR EL PROCESO DE PAZ

El Foro analiza la liberación de presos para consolidar la paz

La cuestión de la reintegración de las personas presas y huidas y las fórmulas para afrontar el pasado se trataron en las sesiones de ayer de Bilbo. Concluidas las jornadas, se abre ahora un periodo para la redacción de propuestas que puedan ayudar a avanzar en el proceso de paz.

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Iñaki IRIONDO | BILBO

El Foro Social para Impulsar el Proceso de Paz organizado por Lokarri y Bake Bidea se trasladó ayer de Iruñea a Bilbo. La primera de las mesas redondas tuvo como tema la reintegración de las personas presas y huídas. Con dos ponentes. Kieran McEvoy, profesor de Derecho de la Universidad de Queen de Belfast, ofreció la visión del investigador que ha estudiado en profundidad el proceso de excar- celación de los presos irlandeses tras los acuerdos de Viernes Santo. El segundo de los ponentes, Martin Snoddon, ofreció la visión del combatiente que ha pasado quince años en la cárcel y que desde su salida de prisión, en 1991, ha participado en programas para la reintegración de los expresos, convirtiéndose a su vez en un especialista en el «entrenamiento y resolución de conflictos».

Durante sus exposiciones, ambos ponentes destacaron el papel de liderazgo que pueden adoptar los expresos, tanto en la gestión política directa, como en el traslado de sus experiencias a las nuevas generaciones para consolidar una cultura contraria al uso de la violencia.

Kieran McEvoy recordó que muchos de esos expresos han adquirido en prisión «grandes habilidades negociadoras» y pueden gestionar cuestiones muy complicadas de la ciudadanía. Además, en muchas ocasiones, por su propia condición, tienen el reconocimiento de sus respectivas comunidades.

Martin Snoddon abundó en esta cuestión, apuntando que buena parte de los actuales líderes políticos en el norte de Irlanda han pasado por la cárcel, no sólo en el campo de los republicanos, sino también en el de los unionistas. Y como imagen significativa tomó la de Martin McGuinness dando la mano a la reina de Inglaterra. Pero Snoddon señaló que muchos expresos están también trabajando con jóvenes para transformar su cultura en no violenta. Apuntó que tras un desarme las armas se pueden volver a conseguir, pero el liderazgo de los presos puede hacer una gran aportación en desarmar los motivos de la violencia.

Lo cierto es que ambos ponentes, provenientes del norte de Irlanda, dieron cuenta de una realidad muy distinta a la que se vive en Euskal Herria, de un proceso en el que el Gobierno británico estaba comprometido con la búsqueda de soluciones y el hallazgo de fórmulas que no obstaculizaran el camino. Sin embargo, pese a lo diferenciado de las experiencias, como señaló McEvoy, siempre hay puntos de los que se puede aprender.

Presos políticos

En las dos intervenciones se habló con absoluta naturalidad de «presos políticos» para referirse a los combatientes republicanos y unionistas encarcelados. Dada la controversia existente en este momento en Euskal Herria con ese término, que se está intentando incluso perseguir judicialmente, en el turno de preguntas no falto una al respecto.

El profesor Kieran McEvoy respondió que también el Gobierno británico aseguraba en su día que no tenía presos políticos sino criminales. Sin embargo, había una legislación que hacía que a los detenidos por terrorismo se les juzgara en tribunales especiales, se les aplicaran reglas solo para ellos y se les pudiera tener más tiempo que al resto en prisión. Entonces, cuando el Ejecutivo decía que no había presos políticos era fácil identificar al colectivo al que se le podían aplicar las condiciones de liberación pactadas. Había una legislación que definía el terrorismo como el uso de la violencia por motivos políticos.

Señaló McEvoy que «a veces la gente se atasca en la terminología. Había un criterio para saber qué presos podían pedir la libertad. Da igual que lo llamen presos políticos, terroristas o asesinos asquerosos. No importa si se cumple el objetivo».

Licencias individuales

En el Norte de Irlanda todas las partes tuvieron claro que sin resolver la cuestión de los presos tampoco se podía resolver el conflicto político, aunque este era mucho más amplio.

Las condiciones para la excarcelación, las formas de liberación, las estableció un comisión independiente, según explicó Kieran McEvoy. Había que pedir la libertad de forma individual, no colectiva, pero en un marco en el que las respectivas organizaciones armadas a las que pertenecían habían mostrado su compromiso con el final de la violencia.

Los presos podían acceder a una licencia individual si se comprometían a no retomar las armas. En caso de reincidir, se les anulaba la licencia y volvían a prisión sin necesidad de ser juzgados.

Martin Snoddon explicó que se trató de un proceso entre los expresos desde fuera y los presos desde dentro. Recordó que antes de la firma de los acuerdos de Viernes Santo muchas de las personas que salían de prisión volvían a las armas. Fue el acuerdo político el que cambió esta circunstancia.

McEvoy aportó cifras. De 453 presos liberados solo 23 perdieron la licencia y fueron encarcelados. Entre la población reclusa europea, el 48% de los adultos y el 60% de los jóvenes vuelven a reincidir antes de dos años desde su salida de la cárcel.

Las víctimas

La excarcelación de prisioneros tiene una incidencia especial en las víctimas de sus acciones. Kieran McEvoy relató que se entrevistó con muchas para ver cómo se sentían. Señaló que algunos políticos suelen decir hablar en nombre de las víctimas, pero que en sus estudios descubrieron que las víctimas no hablan con una sola voz. Algunas estaban en contra de la liberación de los presos y otras lo asumían si era bueno para acabar con el conflicto, aunque les doliera. Recordó que es necesario respetar sus voces, y también su propia diversidad

Snoddon destacó que antes de que se produjeran los acuerdos de liberación, ya había expresos que estaban trabajando con las víctimas.

Esto lleva a otro punto conflictivo: la exigencia de arrepentimiento. McEvoy destacó que cuando se diseñó el sistema de liberación de los presos se tuvo mucho cuidado en evitar introducir elementos que pudieran entorpecerlo. «Si se hubiera pedido el arrepentimiento, no hubiera funcionado», explicó. Sin embargo, sin pedirlo, ha habido excombatientes que se han acercado luego a sus víctimas, porque ha salido de ellos mismos, sin que hubiera ninguna ley que les obligara.

Ambos ponentes destacaron la necesidad de que la cuestión de los presos se aborde con un consenso político y social suficiente, que pueda luego arrastrar al conjunto de los partidos y a la sociedad.

Lecciones que se han mostrado útiles

Kieran McEvoy dio cuenta de algunas lecciones que resultaron útiles en el caso del norte de Irlanda.

Separación de los problemas dividiéndolos en componentes: acercamiento de los que estaban en Inglaterra, la liberación, la reintegración social.

Mucho apoyo internacional.

Tener datos, por ejemplo, sobre en qué plazos van a cumplir condenas los presos o cual es la situación legal de los huídos.

Respetar las diversidad de voces de las víctimas.

Los presos políticos liberados no reinciden.

Que los propios expresos asuman la responsabilidad de su propia reintegración.

Los presos son parte de la comunidad porque tienen lazos familiares y sociales que les unen incluso a personas que no apoyaron sus métodos.

No hay que complicar las cosas. No es un problema de leyes o reglamentos, sino de voluntad política.

Hay que reconocer la capacidad de liderazgo de los presos tanto política como en su comunidad.

Los símbolos tienen importancia.

Lakuako Jonan Fernandez eta EPPKren bitartekariak, 300 entzuleren artean

Nazioarteko adituek bigarren saioan emandako lekukotasunak adi-adi entzun zituzten 300dik gora lagunek. Horien artean Euskal Preso Politikoen Kolektiboko bitartekariak nabarmentzen ziren. Atzokora Jonan Fernandez ere hurbildu zen, alegia, Lakuako Gobernuak sortu berri duen Bake eta Elkarbizitzarako egituraren idazkari nagusi berria izango dena.

Goizean, Gasteizko Legebiltzarrean, gune hauei buruz duen iritziaz galdetu zion PPko Antonio Basagoitik Iñigo Urkullu lehendakariari. Beste behin ere, Foro Sozial hau ezker abertzaleak sortu duen eta bere mesedera dagoen egitura dela aditzera eman nahi du PPk. Zehatzago, ETAren jarduera «zuritu» nahi duela ziurtatu zuen Basagoitik. Erantzunean, Urkulluk ez zuen iritzi berezirik agertu Lokarrik eta Bake Bideak bultzatutako hitzordu honetaz, baina PPko buruari lasai egoteko eskatu zion, «gobernu honek eta legebiltzar honek inoiz ez diotelako ETAri legitimaziorik emango». Era berean, prozesu honetan aurrera egiteko erabaki guztiak «Gasteizko Legebiltzarrean hartuko dira, beste inon ez», ziurtatu zuen Urkulluk.

PPk ez du inolako parte hartzerik onartu Foro honetan, aurrekoetan bezalaxe, eta PSEk ere bizkarra eman dio azkenik. Hala ere, horri larritasuna kendu zion Lokarriko koordinatzaile Paul Riosek, ostegunean ETBn egindako adierazpenetan. Izan ere, Iruñeko eta Bilboko mahai-inguruak hausnarketa prozesu zabalago baten parte baino ez direla, eta komuneko diagnosia eta proposamenak adostu ostean, hauek ere erakundeetara eraman litezkeela (bertan PPk eta PSEk ere bozka dezaten) argudiatu du.

Indar politikoei dagokienez, EAJk ordezkari batzuk bidali ditu forora. Ostegunean NBBko presidente Manu Aierdi izan zen izen nagusia, eta atzokoan BBBko buru Itsaso Atutxa. Askoz oparoagoa izan da EH Bildu koalizioaren agerpena. Izen batzuk aipatzeagatik, Sortuko Hasier Arraiz, Rufi Etxeberria eta Pernando Barrena egon dira entzule; Aralarko Patxi Zabaleta eta Dani Maeztu; EAko Pello Urizar eta Rafa Larreina; Alternatibako Oskar Matute... Horiekin batera, aurpegi ezagun asko: Martin Garitano, Aurore Martin, Jon Mirena Landa, Aintzane Ezenarro... R.S.

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