En realidad, en el concierto de hoy en Bergara confluyen el esfuerzo de dos colectivos. De una parte, Bubisher, asociación de amigos del Sáhara de la localidad y, de otra, el grupo de rock Leok'k, que orienta su esfuerzo en apoyo a las mujeres saharauis. En este punto, el sexteto de Zestoa entregó el pasado miércoles, en el edificio de la bolsa de Bilbo, un cheque por valor de 8.000 euros a la representante de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis (UNMS) en el Estado español, Jadyetu el Mojtar.

El esfuerzo de Leok'k es notable, ya que esa cantidad es el resultado de varios años en los que han ido ahorrando los ingresos conseguidos por las ventas de su disco «Une bat...» más lo conseguido en actuaciones.

Con la entrega del estimable cheque la cuenta vuelve a cero y comienza de nuevo a entrar en juego la caja registradora, que lo hará hoy mismo en el frontón de Bergara en una fiesta organizada por Bubisher y el proyecto Saemel (Saharako Emakumeei Elkartasuna) de Leok'k.

La fiesta, que de paso celebra el 37 aniversario de la proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática, comenzará a las 17.00 horas y el grupo de Zestoa saldrá alrededor de las 19.00.

Leok'k se forma en 1968. Fue el primer grupo rockero del municipio de Zestoa y pioneros en cantar en euskara. En 1972, la mili rompe el grupo.

Sin embargo, «al ir tomando conciencia sobre la situación del Sáhara Occidental, en especial gracias a Mitxel Orbegozo, «fuimos sensibilizándonos con el problema y nos involucramos como grupo en apoyarles, en concreto con las mujeres del Sáhara, ofreciendo nuestra amistad y creamos el proyecto Saemel», explica Gotzon Lizaso.

Leok'k interpreta tanto canciones propias como versiones de Rory Gallagher, The Doors, Bob Dylan, Eric Clapton, Led Zeppelin, The Rolling Stones... Siempre en euskara.

Música bajo el agua

En Alhóndiga-Bilbao (21.00), este año la invitada a «Urpeko musika» es Laetitia Sadier, vocalista de una de las bandas británicas indies más apreciadas de los noventa/dos mil, Stereolab. Sadier publica «The trip» en 2010, y se continúa con «Silencio» del año pasado, álbum de ritmos medios intimistas entre el pop y el lounge, además de canciones luminosas con impecable interpretación. Desde un absorbente disco, Laetitia ataca todos los males del capitalismo, demostrando que el pop también puede ser muy combativo.