TRAS EL FORO SOCIAL POR EL PROCESO DE PAZ
«La construcción de la paz se asemeja a un maratón, no a un sprint»
Cofundador de Conciliation Resources
Andy Carl fundó en 1994 junto a David Lord la organización Conciliation Resources, que, a través de su trabajo directo con los actores del conflicto y, en especial, con las personas que lo padecen, promueve la búsqueda de soluciones en escenarios tan dispares como Colombia, Nagorno-Karabaj, Sierra Leona o Filipinas. Previamente, entre 1986 y 1989, fue el coordinador nacional del Comité de Derechos Humanos para Centroamérica, en Gran Bretaña.
Iker BIZKARGUENAGA | BILBO
Andy Carl ofreció en el marco del Foro Social su experiencia en la resolución de conflictos. En la entrevista con GARA incide en que todo proceso requiere de determinación y creatividad para afrontar situaciones que parecen no tener salida.
¿Por qué cree que cuesta tanto resolver el conflicto vasco?
La solución a los conflictos es siempre complicada y varía dependiendo de cada contexto. No estoy seguro de que el vasco sea más complicado que otros. Como mero observador, tengo la sensación de que el proceso no está congelado ni completamente atascado porque en el último año ha habido gestos importantes como la declaración de ETA, las elecciones, las conferencias de diciembre en Baiona y San Sebastián... Hay momentos en los que las cosas avanzan muy rápido y en otros, sin embargo, transcurren lentamente, dando la sensación de que el proceso está congelado.
Entonces, ¿opina que se debe adoptar una actitud paciente.
En mi opinión, cuando estás inmerso en la búsqueda de soluciones, de la paz y de cambios, debes adoptar una actitud impaciente, mantenerla en el tiempo y no aceptar el statu quo. Pero, claro, se trata de un proceso con diferentes fases tanto por parte de la sociedad como de los estados. No nos estamos referiendo a un simple documento o declaración. En este sentido, todo proceso requiere de un elevado grado de determinación y de un compromiso a largo plazo. Como siempre me recuerda un amigo de Filipinas, la construcción de la paz se asemeja a un maratón, no a un sprint. Después de años de trabajo y de respaldar la labor de compañeros en muy diferentes escenarios, me he dado cuenta de que cualquier imprevisto puede dar al traste con todos los grandes avances que has logrado hasta ese momento y debes comenzar de nuevo. Después de una montaña, siempre viene otra. Eso es algo que he podido constatar a lo largo de estos años de trabajo. En el norte de Irlanda, por ejemplo, lograron un importante acuerdo de paz que puso fin a una etapa del conflicto. Pero, aún hoy, es necesario un proceso -aunque con otra caracterización- para derribar los muros y reticencias entre las comunidades.
¿Qué mecanismos permiten desbloquear el proceso cuando parece que no hay salida?
Es una cuestión compleja en la que quienes ejercen un liderazgo ante la sociedad pueden jugar un papel importante tirando del proceso, motivando a la ciudadanía, tomando iniciativas. Pero los líderes, por sí mismos, no son suficientes. La gente debe entender lo que entraña un proceso de paz. Si mantienes un discurso coherente con la paz, ello te ayuda a crear oportunidades. Este foro es una demostración de que las organizaciones civiles pueden ayudar a consolidar la paz y mantener viva esa aspiración de cambio.
La organización que usted dirige, Conciliation Resources, sostiene que la búsqueda de soluciones exige, además de coraje y determinación, creatividad .
Es así, porque no se trata de un mero proyecto político, sino de concebir otra manera diferente e innovadora de encarar viejos problemas. En nuestra intervención en Nagorno-Karabaj, observamos que había un total desacuerdo entre los líderes de Armenia, Azerbaiyán y de este enclave en cuanto a los problemas que les afectan. Les propusimos que hicieran a un lado las cuestiones relativas al día día y enfocaran sus energías en pensar cómo les gustaría que fuera el paisaje de la región en 2050, por ejemplo. Otra fórmula puede ser un cambio en el lenguaje. En ocasiones, las discusiones se estancan por el empecinamiento de las partes en un determinado concepto que igualmente puede ser expresado en otro idioma pero sin provocar reacciones tan incompatibles. Es cuestión, por tanto, de recurrir a un lenguaje en el que se acomoden ambos lenguajes.
¿Se puede mantener un diálogo cuando una de las partes implicadas se niega?
Una de las enseñanzas que se pueden extraer del caso vasco es que es posible avanzar incluso sin la constitución de una mesa de negociación tradicional. Hay otros espacios en los que se puede construir la paz, consensos, y conseguir cambios. De hecho, una mesa de negociación puede convertirse en un espacio realmente infructuoso. Por supuesto que es necesaria la implicación del Gobierno español para hacer sostenible el proceso pero, cuando no es posible, se pueden lograr avances con creatividad, como se evidencia.