Alrededor de 5.000 personas, según el recuento de los organizadores, se manifestaron ayer en Altsasu bajo el lema «No a la imposición de la incineración en Portland. Herritarron hitza errespetatu», convocada por la plataforma 3 Mugak Batera. «Pedimos al Gobierno de Navarra que respete la voluntad de los habitantes de la zona y paralice inmediatamente el proyecto que permitirá a la cementera de Olazti quemar 56.000 toneladas de residuos al año», señalaron los convocantes de la movilización, a la que se adhirieron los sindicatos ELA, LAB, EHNE, UAGA y STEE-EILAS y formaciones políticas como Aralar, Bildu, PNV, Geroa Bai o Equo, junto a corporaciones locales y mancomunidades afectadas, así como conocidos rostros del mundo de la cultura como el escritor Bernardo Atxaga, la bertsolari Oihane Perea o el periodista Mariano Ferrer, entre otros.

La plataforma resaltó que hace un año Sakana registró la «mayor manifestación realizada nunca» en el eskualde contra la quema de residuos pero, pese a ello, «el Gobierno de Navarra, incluso en contra de los tribunales, quiere dejar en manos de la iniciativa privada la ubicación de esa actividad, tratando de meter la incineración en Navarra por la puerta falsa de la cementera».

La marcha de ayer visualizó la amplia oposición a la incineración, en la medida que se trata de una «imposición» y representa «la mayor amenaza que en términos de salud pública puede darse en Navarra», que «no contribuirá en modo alguno a la creación de riqueza».

Por la salud

Desde la plataforma 3 Mugak Batera subrayan que el rechazo que suscita el proyecto va mucho más allá de la ciudadanía de Sakana. «La imposición de esta actividad en Sakana es brutal. Miles de personas y colectivos, mancomunidades y ayuntamientos, incluidos los de los territorios limítrofes, se oponen a esta salvajada», indican.

Agregaron, asimismo, su voluntad de mantener la presión en la calle para que «no nos quiten lo más preciado, nuestra salud y el derecho de vivir en nuestros pueblos».