El M5S divide su voto y da a Bersani las dos presidencias del Parlamento
La coalición de centro-izquierda dirigida por Pier Luigi Bersani consiguió ayer la presidencia de las dos cámaras del Parlamento italiano, superando la falta de mayoría suficiente en el Senado gracias a la división del Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo, que finalmente dio libertad de voto a sus diputados. Sin embargo, Bersani no ha conseguido el apoyo necesario para gobernar.
GARA | ROMA
La coalición de centro-izquierda consiguió fácilmente la presidencia de la Cámara de diputados italiana gracias a su mayoría absoluta, situando en ella a Laura Boldrini, elegida con 327 votos, aunque fueron necesarias cuatro votaciones para elegirla.
Las votaciones comenzaron el viernes, pero en las primeras era necesario el quórum de dos tercios que la coalición de Pier Luigi Bersani no consiguió al no llegar a ningún acuerdo. El Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo rechazó darle su apoyo y presentó a su propio candidato, Roberto Fico, que obtuvo 108 votos.
Pero en el Senado, las cosas no eran tan sencillas. El centro-izquierda de Bersani no cuenta con mayoría absoluta. También se tuvo que llegar a la cuarta votación, en la que solo se elige a los dos candidatos más votados en los escrutinios anteriores.
Discusiones turbulentas
El M5S, que ha negado una y otra vez su respaldo al PD, había adelantado que no serían «la muleta de nadie». Pero la alternativa entre el candidato del PD, el fiscal antimafia Pietro Grasso, o el presidente saliente, Renato Schifani, (del PDL de Silvio Berlusconi) acusado de vínculos con la mafia, provocó las primeras contradicciones en el movimiento y reuniones en salas y pasillos de los senadores «grillistas».
Las protestas pasaban de los escaños a las redes sociales. Finalmente, sin llegar a un acuerdo sobre si votar en blanco o apoyar a Grasso, dejaron libertad de conciencia en el voto.
De esta forma, Grasso logró 137 votos, doce votos más que los de su partido, frente a los 117 del candidato de la derecha. Los senadores de Elección Cívica, el movimiento de Mario Monti, dijeron que votarían en blanco.
La elección de Grasso, sin embargo, no asegura una cómoda gobernabilidad al futuro gobierno de Bersani, que no ha ganado el apoyo del M5S ni el de Monti y además se ha granjeado una aún mayor hostilidad del partido de Berlusconi, apartado de la presidencia.
El Gobierno, más complicado
«Una cosa es la presidencia del Senado y otra el voto de confianza al gobierno», advertía el senador del M5S Vito Crimi.
El centro-izquierda no cuenta con la mayoría absoluta del Senado indispensable para permitir a un gobierno obtener el voto de confianza necesario para comenzar a funcionar.
Bersani ha intentado buscar el apoyo del Movimiento 5 Estrellas que recogió el voto del descontento en Italia y se situó en tercera posición, pero su líder, Beppe Grillo, ha dado con la puerta en las narices a Bersani en reiteradas ocasiones.
Con todo, la elección de los presidentes de las dos cámaras permite al jefe del Estado, el presidente de la República, Giorgio Napolitano, comenzar oficialmente las consultas con los dirigentes políticos para la formación del nuevo gobierno. Los encuentros comenzarán el martes y Bersani espera obtener el mandato de Napolitano para formar Ejecutivo, aunque según las analistas sus oportunidades son muy débiles, dada la falta de apoyos. En caso de que fracase, Napolitano podría entonces ofrecer el mandato a otra personalidad y proponer un gobierno de transición o bien un Ejecutivo «técnico» durante el tiempo necesario, por ejemplo, de modificar la ley electoral que ha conducido al actual callejón sin salida. Mientras tanto, seguirá siendo el Gobierno de Mario Monti el que se encargue de la administración del país.
La pérdida de la presidencia del Senado sentó muy mal en el PDL de Silvio Berlusconi, que se refirió a la presidencia del PD en las dos cámaras como una «ocupación militar». A su entrada, Berlusconi, definió la situación como «muy grave» y aseguró que el voto de ayer «no era influyente» en el futuro del país.
El Tribunal de Apelación de Milán retrasó al sábado que viene la penúltima audiencia del proceso Mediaset, en el que Silvio Berlusconi comparece acusado de fraude fiscal. Los jueces reconocieron la imposibilidad de que Berlusconi compareciese el mismo día que se elegía la presidencia del Senado.
Periodista y antigua portavoz del Acto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Laura Boldrini, de 51 años, es miembro del pequeño partido de izquierdas SEL, y fue designada para la presidencia de la Cámara por el líder del Partido Demócrata (PD) Pier Luigi Bersani.
«He pasado muchos años defendiendo los derechos de los débiles, en Italia, en el mundo, una experiencia que pongo al servicio de esta Cámara. Mis pensamientos van a aquellos que en perdido certidumbres y esperanzas», declaró ayer en su primer discurso tras ser elegida como presidenta.
Por su parte, Pietro Grasso es un juez antimafia que participó como magistrado asociado en el primer macro proceso Cosa Nostra en 1984. Tras pasar por la fiscalía de Palermo, fue nombrado Fiscal Nacional Antimafia y ha estado al frente de la Dirección Nacional Antimafia.
«Nunca hasta ahora el país ha tenido necesidad de tantas respuestas rápidas y eficaces a la altura de la crisis social, económica y política que estamos viviendo», afirmó ayer en su primer discurso como presidente del Senado. GARA
