REACCIONES POLÍTICAS TRAS EL COMUNICADO DE ETA
Los partidos discrepan tras el texto de ETA y Lokarri pide «creatividad»
El comunicado de ETA sobre el cierre del espacio de negociación ha sido recibido sin novedades de discurso por los partidos vascos y españoles. El PP recalca que no negociará, Sortu incide en que el diálogo es imprescindible y el PNV recibe con desprecio las críticas de ETA. Así las cosas, Lokarri considera que «es hora de pensar creativamente en soluciones».
GARA | IRUÑEA
El día después de que ETA confirmarse la cancelación de la mesa de Oslo y alertase de sus efectos negativos para la resolución, todos los partidos vascos y españoles lo valoraron, pero sin modificar sus posiciones habituales. Van desde la férrea demanda de diálogo como única vía de solución por parte de Sortu a la negativa radical a negociar por parte del PP.
Para Pernando Barrena (Sortu), «existen condiciones para abordar el diálogo para la resolución. La voluntad de ETA es manifiesta y diversos paises europeos y también de fuera de Europa han mostrado su disposición a ayudar». Más allá de eso, asegura que tanto los gobiernos de Madrid y París como el resto de agentes que han valorado el mensaje de ETA en clave continuista, «son plenamente conscientes de que el diálogo es la clave de la solución, por lo que las actitudes en contra no hacen sino dificultar y retrasar la resolución».
Sus socios de Bildu -EA, Aralar y Alternatiba- incidieron igualmente en denunciar la situación que crea la parálisis de Madrid. Para Pello Urizar (EA), «después de décadas oyendo que sin la violencia de ETA todo iba a ser posible, nadie podía pensar que dos años y medio después del alto el fuego iba a haber semejante inmovilismo por parte del Gobierno español, PP y PSOE».
Desde Aralar se añadió una consideración: «La gravedad de la dialéctica de la palabra obliga a tomar decisiones audaces en los pasos que haya que dar y a no seguir esperando ninguna actitud proactiva del Gobierno de Madrid, asentado en su estrategia del no».
Especialmente criticado en el comunicado era el PNV, pero su presidente, Andoni Ortuzar, afirmó que «no nos hemos sentido muy aludidos, la verdad es que cada vez ponemos menos atención a lo que dice ETA». Quizás por eso el líder del EBB destacó que «nosotros no vemos que ETA tenga nada que negociar políticamente con el Gobierno español», cuando en realidad lo que ETA recalca en el comunicado es la agenda de diálogo trasladada en noviembre, que está restringida a la resolución técnica del conflicto y no incluye cuestión política alguna.
La presidenta del Parlamento de Gasteiz, Bakartxo Tejeria, también del PNV, consideró que «unilateral significa lo que significa, y ETA no puede decir cada dos por tres que nadie le sale al encuentro, y menos asustar y amedrentar de nuevo a la ciudadanía advirtiendo de consecuencias negativas».
PSOE y PP cargaron contra ETA. La portavoz de este partido en la CAV, Arantza Quiroga, usó un discurso bastante más duro que el de Mariano Rajoy de la víspera, al confirmar que no negociarán y que por eso han roto los compromisos del anterior Gobierno español.
Deshacer el «nudo gordiano»
Lokarri resumió que «ha quedado delimitado dónde se encuentra el nudo gordiano»: ETA reclama contactos para el desar- me y los gobiernos responden que primero tiene que proceder a su disolución.
Lokarri comparte que hay un «imperativo de responsabilidad del Gobierno» de impulsar ese desarme, pero subraya también que «ETA debe ser consciente de que el protagonismo en el proceso de paz corresponde a la ciudadanía vasca» y le llama a evitar «esa sensación de amenaza latente».
Dado todo ello, Lokarri plantea que «comenzar a pensar creativamente en otras posibles soluciones. Es conveniente un trabajo constructivo, con participación institucional, política y social, que tenga como objetivo proponer soluciones efectivas para lograr avances en el proceso de desarme, desmantelamiento y reintegración».