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El tribunal ve verosímil pero no probada una red de espionaje del PNV en Araba

La Audiencia Provincial de Araba ha absuelto al exmiembro del ABB Aitor Telleria y a los ertzainas Carlos Lau y Jesús Atxa de los delitos de infidelidad en custodia de documentos y violación de secretos, por no quedar demostrado que los informes hallados en el ordenador del primero procedieran de trabajos de la Ertzaintza. Los jueces sostienen que la existencia de una red de espionaje del PNV en Araba es verosímil, pero no ha sido probada en la vista.

I.I. | GASTEIZ

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Araba ha absuelto a los acusados de constituir una red de espionaje para el PNV en Araba, por considerar no probado el origen oficial policial de los datos sobre políticos y empresarios alaveses encontrados en el ordenador de un exmiembro del ABB, ni que hubiera un acuerdo previo entre el burukide y los ertzainas encausados para recabar información.

Los jueces Iñigo Madaria, Iñigo Elizburu y Edmundo Rodríguez Achútegui entienden que la tesis del Ministerio Fiscal -de que se creó una estructura de espionaje en la que el miembro del ABB Aitor Telleria utilizó sus contactos con dos ertzainas de la Unidad de Información Antiterrorista para espiar a políticos y otras personalidades de la sociedad alavés- es verosímil, pero no ha podido ser probada ni en la instrucción i durante el juicio. Por tanto, aplican el criterio de duda en favor del reo.

Los hechos se remontan al 17 de marzo de 2010, cuando el entonces miembro del ABB Aitor telleria fue detenido en el marco de una investigación de un presunto delito de cohecho, trafico de influencias y blanqueo de dinero, el conocido como «caso de Miguel''.

Seis documentos

Durante el registro, se hallaron en su ordenador seis documentos con datos sobre políticos y empresarios alaveses, y elementos que hacían pensar en la existencia de un grupo organizado para recabarlos, que incluso pedía permiso y consejo para desarrollar sus pesquisas.

Las investigaciones de la Ertzaintza dieron lugar a la imputación de dos agentes: Jesús Atxa y Carlos Lau, ambos con distintas responsabilidades en la Unidad de Información Antiterrorista de Araba. Se determinó que los informes aparecidos en el ordenador de Telleria tenían apariencia policial, pero no se pudo probar que procedieran ni de los archivos de la Ertzaintza ni de trabajos oficiales. Telleria alegó que era el encargado de recoger los anónimos y cotilleos que llegaban al PNV de diversas fuentes y que no recordaba la procedencia de los referidos textos. Sin embargo, su contenido evidencia que no son simples anónimos, sino que existe una relación entre quienes los escriben y quien los almacena.

La Fiscalía denunció durante el juicio que toda la instrucción había sido una continua carrera de obstáculos, por las dificultades que el Departamento de Interior puso a la investigación.

«In dubio pro reo»

El tribunal que ha juzgado el caso sostiene que la información acumulada por Aitor Telleria no es secreta ni causa ningún daño público o privado. Tampoco puede demostrarse que provenga de los archivos de la Ertzaintza. Y aunque es evidente la existencia de una estrecha relación entre los tres imputados -que ellos atribuyen a la mera amistad-, no puede probarse que existiera «un acuerdo previo» por el que los dos agentes proporcionaban información al exdirigente jeltzale.

Por todo ello, el tribunal concluye que «aun existiendo prueba digna de valoración, las dudas que razonadamente hemos expresado sobre los índices de probabilidad y la concurrencia asimismo de dudas sobre las alternativas conduce necesariamente a aplicar en el ámbito probatorio el expresado principio de duda en favor del reo».

Satisfacción del PNV

Una vez conocida la absolución, tanto el PNV de Araba como el grupo parlamentario jeltzale expresaron su satisfacción, tanto por el alivio personal de los encausados como por la desvinculación del partido de un caso de espionaje político.

La parlamentaria María Eugenia Arrizabalaga denunció por su parte la «falta de rigor» con la que actuó la comisión parlamentaria que investigó este caso durante la pasada legislatura. Se preguntaba «quién resarcirá del daño causado a los tres imputados tras tres años de acusación criminal, de juicio mediático paralelo y de investigación parlamentaria».

obstáculos

El fiscal jefe de Araba, Josu Izagirre, denunció durante el juicio los obstáculos puestos por Interior a la investigación. «Fue como intentar entrar en una selva tropical con una navajita de playa», ironizó.

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