EHNE Bizkaia denunció ayer que dos de cada tres personas que cobran las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) «no son productores agrarios con dedicación profesional», por lo que exige que «se destinen a las personas consideradas legalmente profesionales, es decir aquellas que obtienen como mínimo un 25% de sus ingresos a través de la actividad agraria». En Araba, Bizkaia y Gipuzkoa los perceptores de ayudas alcanzan a 11.161 personas, pero la actividad profesional solo engloba a 3.400 baserritarras. En Nafarroa los profesionales suman a 6.500 y las ayudas las reciben 15.446.

Este demanda se realiza porque en las próximas semanas quedará definida la política agraria comunitaria (PAC) hasta el año 2020. El sindicato agroganadero entiende que «la anterior PAC no respondió a las necesidades de los baserritarras, ni tampoco lo hará la nueva». Criticó que la PAC apostó durante los últimos años por adaptarse a las necesidades de libre comercio internacional y la desregulación de los mercados, «con la consiguiente pérdida de soberanía alimentaria» y, en este momento, «se ahonda en esas deficiencias que perjudican a los baserritarras». Advierte que, junto a COAG y Vía Campesina, rechazan esta nueva reforma de la PAC.

«Hay alternativa»

La nueva normativa no vincula ayudas a producción o a un modelo productivo. «No tendrá en cuenta si se produce o no, ni cómo se produce. Se puede dar por hecho que el 70% del reparto será en base a la disposición de hectáreas». Ese modelo beneficia, como hasta la fecha, «a los terratenientes», denuncia. Entiende que existen alternativas para garantizar a los baserritarras un modelo sostenible de producción. Para ello, exige que las ayudas vayan «a las personas consideradas legalmente agricultores profesionales».

Un 66% de las ayudas actuales de la PAC no van a parar a manos de los agricultores. «La distribución de las ayudas evidencian que hay que abordar la situación desde el rigor y deben contemplar si es verdad que se produce y cómo se produce, porque esta realidad es un obstáculo casi insalvable para el relevo generacional de la agricultura y la ganadería».

La realidad demuestra que «los perceptores de las ayudas son cada vez mayor número de personas jubiladas. Así no hay futuro», critica EHNE Bizkaia, que añade que «las ayudas deben ser para quienes vivan de la agricultura y se dediquen a producir alimentos». También cree que deben estar contemplados en las ayudas los sectores de frutas y hortalizas.

Compensación por las tierras

Para la central sindical, esta decisión «no significa dejar a un lado a las personas jubiladas, sino que a través de mecanismos de compensación cedieran las tierras para destinarlas a personas en activo» y añade que «si las ayudas se destinan a la hectárea, las políticas públicas para poner la tierra a disposición de las personas productoras cobran aún más importancia».

Con lo que sí está de acuerdo el sindicato agroganadero es con la ayuda complementaria en cada Estado miembro a las 30 primeras hectáreas «porque beneficiaría a las pequeñas explotaciones». La nueva PAC repartirá el 70% teniendo en cuenta el número de hectáreas, otro 30% se destinará a pagos directos para baserritarras que cumplan «con prácticas agrícolas beneficiosas con el medio ambiente». También permitirá «acoplar ayudas» en caso de sector en dificultades. Pueden llegar al 13,5% y habrá una distinción para permitir la entrada de jóvenes, pero en ese caso la partida también es muy reducida, según denuncia EHNE Bizkaia, tras analizar la nueva PAC.