EIBAR 1

OSASUNA 0

Las dinámicas se dejaron notar en Ipurua. Ganó el que mejor lo lleva, un Eibar que con la de ayer acumula cuatro victorias consecutivas -con la puerta a cero las tres últimas- y mete presión a sus dos predecesores en la tabla; sobre todo a un Bilbao Athletic al que ahora mismo supera en un punto, a la espera de lo que suceda el sábado.

La cruz fue, lógicamente, para Osasuna que, después de haber hecho lo más difícil, culmina su remontada sacando la cabeza del descenso por primera vez esta temporada, ha encadenado dos derrotas, lo que le condena a la zona roja una semana más.

Claro que el triunfo azulgrana exigió su peaje. David Mainz, que llegaba renqueante a la cita, tuvo que abandonar el césped antes del descanso. Y otro tanto sucedió con Xabi Iruretagoiena, que se lesionó en una acción fortuita y no pudo regresar al campo en la segunda parte, lo que propició el debut de Jon Irazusta, fichado durante el mercado invernal.

Lo cierto es que el estreno del cancerbero usurbildarra resultó bastante pacífico porque Osasuna creó muy poquito peligro. Y eso que se vio obligado bien pronto a buscar el gol porque para el cuarto de hora ya marchaba por debajo en el marcador, al rematar Arroyo en el segundo palo un centro-chut de Capa. Apenas Galán, en un par de intentos, amenazó con el empate a un Eibar que tampoco se mostró excesivamente pródigo ante Elías. Suyas fueron, con todo, las mejores ocasiones. También en el segundo tiempo, incluyendo un remate de Capa que Unai sacó sobre la línea y una rapidísima contra de Guille Roldán que Elías despejó a córner. Pero el gol no llegó y el Eibar tuvo que convivir con el gusanillo de una ventaja mínima hasta el pitido final.