En el calendario de Naciones Unidas, la fecha de hoy, 2 de abril, está marcada como Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo. Por este motivo, distintas asociaciones han recordado en las últimas jornadas cuál es la situación en la que viven en nuestro país las personas afectadas y sus allegados.

La Asociación Navarra del Autismo (ANA), que comenzó su andadura hace un año y acoge a 130 familias, considera que «es necesario que la sociedad escuche nuestra voz y que quienes nos observan desde la distancia tengan presentes nuestras necesidades». «Hoy, más que nunca, mostramos que el mundo del autismo no está hecho de silencio ni de aislamiento. Es fundamental que exista y se visualice la realidad de los trastornos del espectro del autismo, y que se abandonen viejos mitos y falsas creencias que se mantienen en la actualidad sobre las personas que presentan este tipo de trastornos», subraya la presidenta de este colectivo, Amaya Ariz.

Como en muchas otras ciudades del mundo, hoy esa visibilización tomará color en los principales edificios de Iruñea (ayuntamiento, Baluarte, Ciudadela...), que se iluminarán de azul. Además, para el próximo sábado, ANA ha organizado varios actos lúdicos, que tendrán lugar en la plaza del Castillo desde las 11.00 a las 14.00.

También se teñirá de azul esta noche el Kursaal donostiarra, que entre los días 1 y 4 de mayo albergará el International Meeting for Autism Reserch (Imfar 2013), el más relevante evento internacional sobre la investigación del autismo.

Por su parte, APNABI-Autismo Bizkaia ha preparado un acto de sensibilización que se desarrollará hoy, a partir de las doce del mediodía, en el parque de Botica Vieja, en Bilbo, donde se montarán diversos talleres.

Desde esta asociación de madres y padres se puntualiza que «los trastornos del espectro autista (TEA), caracterizados por dificultades en la comunicación y socialización, tienen origen en mecanismos biológicos y orgánicos que se manifiestan en la infancia perdurando durante toda la vida». Y añaden que «los nuevos estudios epidemiológicos europeos evidencian que una de cada 150 personas tiene TEA». «Por el momento -señalan-, la atención temprana y la provisión de apoyos personalizados en diferentes ámbitos son los instrumentos disponibles para mejorar sustancialmente la calidad de vida de las personas afectadas y la de sus familias». Por ello, llaman a la Administración y a otros agentes a «trabajar conjuntamente por mantener el estado de bienestar y conseguir una sociedad más justa e inclusiva».