A falta de nueve jornadas para la conclusión del campeonato, Kike Sola va camino de convertirse en uno de los grandes artilleros rojillos. Con ese cuarto de torneo todavía pendiente de disputarse, el delantero cascantino ya ha llegado a las nueve dianas -su mejor registro- y, de seguir en esta progresión, podría alcanzar los históricos números de Iván Rosado en la primera campaña de la escuadra navarra en la máxima categoría en lo que se lleva del presente siglo, cuando sumó 14 tantos.

«No voy a ocultar que a un delantero le gusta meter goles y por eso estoy contento, confío en que lleguen muchísimos más. En cualquier caso, es fruto de la labor de todo el equipo y también del trabajo y la concentración que uno mismo debe mantener cada día en los entrenamientos», argumentó.

Lo que está claro es que tanto este año como en el último tramo de la 2010-2011, la actuación de Kike Sola está siendo determinante para que Osasuna consiga la permanencia. Interpelado sobre si el cuadro rojillo tiene demasiada dependencia de su acierto, el canterano matizó que «Sola no hace solo los goles, somos todos los que remamos en la misma dirección y metemos los goles. Por ejemplo, si no llega a ser por que Gato Silva ganó el balón por alto en el rechace del corner, yo no habría metido el 1-2. Hay un trabajo conjunto desde abajo y una capacidad de sufrimiento y sacrificio muy grande de todos los compañeros», señalaba.

Esa segunda diana, también la de su cuenta particular, fue bastante original por lo poco habitual que es ver tantos ejecutados de tal manera. «Fue similar a la que metí frente al Málaga, solo que en esa oportunidad estaba un poco más ladeado y además me la anularon de manera injusta. En esta ocasión fui a disputar el saque de esquina y soy consciente de que el portero estaba un poco adelantado por su salida, tuve fortuna», relató.

De Miguel a Kike

Con ese cabezazo se materializaba la remontada en el José Zorrilla y el ariete firmaba su tercer doblete en Primera, una marca que ya consiguió en su debut como futbolista en la máxima categoría de la mano de Ziganda en el Villamarín. Ese fulgurante comienzo auguraba un brillante futuro para el ribero que, a causa de las lesiones y de la irregularidad en su juego, se fue apagando. El final de la 2010-2011 le vio renacer, pero una tendinopatía en su rodilla derecha le impidió casi jugar el año pasado, para ahora haber vuelto por sus fueros y hacerse con el puesto de ariete. Momentos buenos y malos, en los que siempre ha contado con el apoyo «de mi familia, de mi pareja y hasta de mi perro», animal por el que profesa un gran cariño el futbolista rojillo.

Otro dato curioso para el currículum de Kike Sola es que se ha convertido, desde que otro Sola, Miguel, se retirase en 1992, en el futbolista navarro que más goles ha anotado en Primera con la elástica rojilla -21 hasta ahora- en lo que comprenden estas últimas tres décadas. Lidera este particular ránking el mito Sabino, con 40 dianas, seguido de Irigibel y Echeverría, ambos con 36, Ziganda -35- y Enrique Martín, que marcó 34.

Si sigue en esta línea, al de Cascante no le van a faltar novias y, teniendo en cuenta que finaliza contrato en junio de 2014 -tiene una cláusula de 10 millones-, no sería descartable que el club decida traspasarlo este próximo verano. El futbolista no se marca metas: «No tengo en mente alcanzar ninguna cifra, lo que quiero es trabajar bien el día a día y que el equipo gane».