Andy Schleck vuelve a correr la Euskal Herriko Itzulia tras su ausencia de la anterior edición con el deseo de abstraerse de todo el negativismo que le rodea y recuperar el nivel que le permitió acabar segundo en el Tour desde 2009 hasta 2011 y quedar en el palmarés como ganador de 2010 tras la descalificación de Alberto Contador por dopaje.

Al año siguiente perdió el Tour en la última crono en beneficio de Cadel Evans y desde entonces se encuentra en un túnel del que quiere salir. No solo tiene que superar las secuelas de la inactividad tras un año horrible desde su caída en la pasada Dauphiné, que le mantuvieron de baja hasta el Tour de Beijing. También tiene que dejar atrás, sobre todo, el negativismo que le rodea, con polémicas como la suscitada después de que un político asegurara en marzo que se lo encontró ebrio en un hotel de Munich tras retirarse en la Tirreno-Adriático.

Andy Schleck dejaba claro en su charla con GARA antes de iniciar ayer en Elgoibar la Euskal Herriko Itzulia que «para mí lo más importante es olvidar los aspectos negativos del pasado y mirar al futuro y buscar cosas positivas. No puedo estar pensando en la caída del año pasado, en la lesión o en lo que me ha sucedido. Mi objetivo es pensar en lo positivo e ir mejorando y volver a encontrar mi nivel».

Dentro de esa búsqueda de aspectos positivos quiere confirmar en la Euskal Herriko Itzulia los síntomas buenos de su actuación en su última prueba, el Criterium Internacional, en la que se dejó ver en la etapa de montaña: «Mi objetivo aquí es ir avanzando en mi preparación, en el Criterium me vi mejor y espero seguir aquí con mi progresión y hacerlo lo mejor posible. Sé que no estoy para pelear todavía por los primeros puestos, pero quiero ir mejorando y llegar a las ardenesas de la mejor manera posible».

«Quiero volver a ser yo en julio»

Pero su objetivo este año no son las ardenesas, ni la Euskal Herriko Itzulia, sino volver a reencontrar el nivel en el Tour. «Mi deseo es volver a ser el corredor que he sido. Sé que la competencia en el Tour será grande, que los demás corredores han avanzado, pero mi objetivo es volver a estar en el Tour en las mejores condiciones y para eso estoy trabajando, aunque hasta entonces no podré decir si he podido alcanzar el nivel que tenía antes de la lesión».

Reconoce que no es fácil seguir esa progresión «con todo lo que me rodea, pero tengo que asumir que los demás pueden hablar de lo negativo, pero yo no puedo estar mirando atrás -repite una y otra vez el mismo mensaje-. Mi objetivo es mirar adelante, recuperar la confianza, seguir mi preparación e intentar llegar al Tour en la mejor condición posible. Tengo que asumir la presión de los medios para poder avanzar, yo estoy contento de la evolución que sigo y no puedo estar pensando en lo que dicen los demás sino en hacer lo mejor posible el trabajo para recuperar mi nivel».

Voigt, fiel a su cita

Andy Schleck tendrá el apoyo del que ha sido compañero suyo en buena parte del calendario, Jens Voigt, que ayer comenzaba su undécima participación en una carrera vasca que consideraba que «casi es una semana del Tour. Es una carrera muy dura y ves su palmarés y todos los ganadores son buenos corredores. Para ganar aquí hay que ser un gran ciclista. Adoro esta carrera, la pasión con la que la siguen los aficionados, cómo se vive el ciclismo aquí...».

El placer que siente cada vez en Euskal Herria le llevó a escribir en 2011 tras correr la prueba un comunicado en el que agradecía el apoyo de la afición vasca porque pensaba que iba a ser su última participación. Sin embargo, volvió el año pasado, está aquí ahora y ya no se atreve a decir que es la última: «Siempre pienso que puede ser el último año, pero ya veremos. Todavía estoy bien y es importante tener un buen equipo. Esperemos que todo vaya bien».