El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que en 2009 llegó a pedir dimisiones dentro del Gobierno gallego a raíz de la publicación de una fotografía del vicepresidente Anxo Quintana (BNG) con el empresario Jacinto Rey, propietario de la Constructora San José, a bordo del yate de este, dejó claro ayer, cuatro años después, que no piensa dimitir y se escudó en «el grado de ingenuidad de hace 20 años» para justificar su relación con el narco Marcial Dorado, en prisión tras ser condenado a 14 años por contrabando.

Feijóo achacó la publicación de estas fotografías el pasado domingo a un intento por amedrentarlo, pese a lo que «seguiré dedicándome a la política y diciendo lo que pienso».

«Las fotos son lo que son: fotos. No hay nada detrás. Ni contratos con la Xunta o el Insalud, ni financiación del PP porque yo en aquellos años ni siquiera militaba en el PP», declaró en su comparecencia de ayer.

«Son simplemente unas fotografías antiguas y así se ha corroborado en diferentes investigaciones judiciales. Si hubiese pensado que esas fotos eran un riesgo, no me hubiese presentado a las elecciones», añadió.

Afirmó que en cuanto tuvo conocimiento de las fotografías en 2003 informó tanto a Manuel Fraga, entonces presidente de la Xunta, como a Mariano Rajoy. «Se han cumplido las advertencias que he recibido», remarcó en relación a la publicación de estas imágenes que, a su juicio, «no van a dar más de sí, aunque se intentarán estirar».

No descartó interponer eventuales acciones legales por el uso que se pueda dar a estas fotografías que, según dijo, no tienen «absolutamente nada que ver» con sus responsabilidades de Gobierno ni con la Xunta sino que se dirigen «personalmente» contra él.

Los partidos de la oposición no tardaron en exigir su dimisión y responsabilidades. El secretario general del PSdeG, Pachi Vázquez, destacó que «nadie puede seguir siendo presidente del Gobierno gallego con esta carga a las espaldas». «No hay nadie en Galicia que se crea que Feijóo no supiera en 1995 quién era Marcial Dorado. No se trata de dos personas que se van de paseo en un barco, se trata de un narco reconocido y de un alto cargo de Sanidad», incidió.

El portavoz de Alternativa Galega de Esquerda, Xosé Manuel Beiras, criticó la actitud «victimista» de Feijóo y le exhortó a dar explicaciones ante la Cámara. Consideró que «en una sociedad en la que la política tuviese un estado de salud medianamente normal», un cargo político dimitiría ante un asunto así.