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Jon Basaguren | Compositor y vocal de Izaki Gardenak

«Puede parecer un cambio brusco, pero no ha sido así. Antes que músico soy fan de la música»

Tras un decenio de sonidos metálicos, el año pasado Akatu decidía dar por concluida la experiencia a falta de un concierto de despedida. No obstante, uno de sus vocalistas preparaba ya su carrera en solitario como Izaki Gardenak, que debutaba hace unos meses con «Itsasargia», delicado folk-rock.

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Pablo CABEZA | BILBO

Izaki Gardenak es el proyecto de Jon Basaguren, vocalista que tiempo atrás rompía contra el aire sus cuerdas vocales cantando en Akatu, formación de Iruñea orientada hacia el metal y que se despedía, después de casi diez años, en febrero de este año tras meses de parada. «Itsasargia» es su primera propuesta en solitario, cinco canciones de melancolía pop-folk de severa belleza.

Costaría encontrar un cambio de estilo y formas tan extremo como el originado en la mente de Jon Basaguren, músico que, tras la ruptura de Akatu -banda de metal duro, de voces lijosas como zarpas-, se presenta con cinco canciones relajadas donde cuesta discernir cuál se encuentra por encima de cuál; situación que conduce a sustentar la idea de que Jon escribió no solo uno de los mejores discos de 2012, sino de los últimos años. Poco tiene que ver «Dena» con «Ni naiz». Esta última penetra camino del lecho de algún bluesero, al tiempo que busca el sonido de esos músicos que actualmente mezclan el folk y el rock vaquero para crear americana. Algo de culpa también tienen en esta situación las guitarras de Joseba Baleztena (Sexty Sexers, Sumision City Blues, Joseba B. Lenoir...), músico de amplia cultura, de talento y buena mano con la guitarra. Buena no, muy buena. «Dena», por el contrario, se desprende del peso de la historia para sonar más traviesa y pop. Aquí es posible que la colaboración de Libe García de Cortazar (Neubat, Sorkun, Libe en solitario) ayude en esta faceta.

Con todo, conviene no olvidar que lo más importante es partir de una buena composición y unos inspirados arreglos. Jon Basaguren ha llevado al estudio cinco buenas canciones predispuestas a crecer si los intérpretes se esmeraban y aquí todo parece indicar que cada uno de los responsables ha dado el máximo en un buen día; en realidad, unos cuantos.

Si la escena vasca puede presumir de estas dos canciones y defenderlas en cualquier territorio, lo mismo ocurre con las tres restantes. «Sagarroia» se baña en melancolía, en agua de alma. Se percibe afligida, pero más por su belleza que por lágrimas gratuitas o formas sensibleras. La huella de Neil Young. «Itsasargiak» se despelleja según crece la canción. De lo apacible voltea a un tono de comedida crispación. «Maggie Dickson» mantiene un crepuscular cruce de caminos entre el pop y el folk-rock. De nuevo Jon Basaguren parece estar cubierto por Neil Young y sus Crazy Horse. Jon crispa su voz, cargada de soul, blues y gospel, y Libe la acolcha con coros afables.

«Itsasargia», publicado por Oihuka/Elkar, se completa con la ayuda de Iker Fernandez (Akatu, Virenque) y Eneko Leza (Khous, Virenque), dos músicos de larga preparación y que actualmente tocan juntos en Virenque.

Escuchándole en Akatu cabe pensar que un día alguien llegó de los confines y le dijo: «Jon, vas a dejar de hacer el bestia y redimirás tus excesos con canciones de terciopelo, poética e intimidad».

Quizá pueda dar la impresión de que ha sido un cambio brusco, pero realmente no ha sido así. Antes que músico soy fan de la música. Desde siempre he escuchado de todo y, aunque la gente me haya podido ver cantando de forma agresiva con Akatu encima del escenario, dos horas antes había podido estar escuchando los «American Recordings» de Johnny Cash en casa. Y al revés; aunque ahora esté más centrado en otras sonoridades, siempre encuentro un momento para volver a poner algo de metal.

Akatu se paraliza en el verano de 2012. No ha habido tiempo para crear este mini cedé, por lo que debía de estar trabajando en él desde tiempo atrás.

Así es. Todo esto surge de empezar a tocar la guitarra acústica en casa hará 3 o 4 años. No soy guitarrista, pero en cuanto supe tocar cuatro acordes empezaron a salir las primeras canciones. «Maggie Dickson», por ejemplo, es de esa primera época. Lo que es mucho más reciente son los arreglos. Tomé la decisión de que quería grabar algunas canciones, pero no tenía muy claro cómo. Le mandé algunos temas a Iñaki Llarena (productor y técnico) y le gustaron. Así que quedamos para hablar de música y ver qué era lo que queríamos conseguir en la grabación. Desde el principio nos entendimos perfectamente, él es un gran fan de la música americana y teníamos gustos muy parecidos. Entonces fue cuando definitivamente decidí grabar las canciones con una banda completa. Pedí ayuda a músicos que son grandes amigos y al final se convirtió en grupo. Han entendido mi música perfectamente y las canciones han crecido de manera increíble con sus aportaciones. Además, ha sido un proceso muy espontáneo, sin pensarlo mucho. Hicimos algún ensayo y entramos al estudio a grabar las bases en directo.

¿Cambiar el registro vocal de Akatu a Izaki Gardenak requiere reeducar la voz?

Sin lugar a dudas. Son modos de cantar muy diferentes. Me apasiona cantar y una de las razones de iniciar este proyecto fue poder crear canciones en las que la voz fuese lo primero, en las que todo lo demás esté ahí con el fin de hacer más grandes las composiciones y las melodías vocales. La reeducación que mencionas la he hecho muy poco a poco, cantando y grabándome en casa. Los conciertos en solitario también son un buen banco de pruebas para conocer tu voz y ver hasta dónde puede llegar. Aparte de eso, hay un proyecto que mezcla humor y música country (Johnny & Joseph) que comparto con Joseba (guitarra). Ahí también he aprendido mucho a interpretar de formas diferentes.

Las cinco canciones están bien conectadas entre sí. Al margen de «Dena», la más pop, quizá la que más sorprenda sea «Ni naiz», la más enlazada con el neo-folk actual.

«Ni naiz» quizá sea la que menos ha cambiado de lo que tenía en mente. Está tal y como me la imaginaba en mi cabeza: el ritmo, el banjo, los arreglos de guitarra, teclados... No sé, escucho mucha música americana y este tema creo que surge de eso. De escuchar a Johnny Cash y a Murder By Death, por ejemplo. En cuanto a otros grupos, puedo oír desde clásicos como Dylan, Young o Cash hasta cosas de hoy en día que me parecen buenísimas: Bon Iver, The Avett Brothers, The Tallest Man On Earth... No obstante, al perfilar el tipo de sonido que buscábamos para este ep nos basamos en bandas como Drive-By Truckers o The Decemberists.

De batería a vocalista y del metal al folk-rock

Jon Basaguren nació en 1984 en Gasteiz. Su padre es del barrio Amaitermin de Abadiño y su madre de Tafalla. Desde los 4 años hasta los 18 vivió en Iruñea. Con 15, escuchó a Latzen, Su Ta Gar y a unos Berri Txarrak que publicaban su primer disco. En esta época descubrió a Korn y, a partir de ahí, comenzó a escuchar nu-metal estadounidense. Con 17 años, durante la época de instituto, conoció a los miembros de lo que más tarde sería Akatu. Al principio tocaba la batería en la banda, pero luego pasó a la voz y grabaron su primera maqueta en 2004.

Basaguren se trasladó a Gasteiz para estudiar filología vasca. En clase conoció a Joseba Baleztena, que por aquel entonces comenzaba a tocar en un grupo llamado Ameba, que poco después sería Sexty Sexers. Actualmente reside en Gasteiz y es profesor de euskara en AEK. Su propuesta apuesta por actuaciones en solitario con la acústica y, cuando es posible o la situación es favorable, con la banda.

Basaguren se encuentra componiendo nuevas canciones. Le gustaría contar con su primer cedé completo para otoño. Compone en casa con acústica y eléctrica, pensando en la banda y con la ayuda de un ordenador, desde el que puede dar vida a baterías, guitarras, coros... «Pero, al final, todo sigue partiendo de un par de acordes», explica. Más talento y una buena voz, añadimos.

P.C.

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