¿Difícil trabajo al que se enfrenta con la meta de recuperar el espacio perdido por el Consejo?

Es un trabajo difícil, pero no imposible. Afortunadamente, a pesar de los recortes, el Consejo sigue trabajando con fuerza en varios espacios y proyectos que funcionan: la potente coordinadora de tiempo libre Astialdi Foroa, la consolidada plataforma de vivienda EtxebizHitza, un ilusionante grupo sobre empleo que aglutina a asociaciones y jóvenes de todos los colores, un nuevo foro de educación y, cómo no, el trabajo de interlocución con la Administración.

Contamos con un presupuesto muy reducido y eso, efectivamente, no nos ayuda. Por eso, la anterior Comisión Permanente se reunió con todos los grupos políticos, lanzó campañas de adhesiones y convocó movilizaciones para tratar de conseguir más recursos. Sin embargo, recuperar espacio no depende solo del dinero, también de que consigamos activar con fuerza la participación e implicación de todas las asociaciones que componen el Consejo, de conseguir deshacernos de ciertas prácticas burocráticas, de acercarnos a movimientos sociales de los que estamos algo alejados y de empoderarnos como agente de interlocución ante las diputaciones, el Gobierno Vasco y los grupos políticos.

¿Cómo pretenden hacerlo?

Es pronto para hablar de estrategias concretas porque la nueva Comisión Permanente -el órgano que elige la Asamblea para regir el trabajo del Consejo durante el año- acaba de empezar a andar. De todas formas, tendremos que llevar a cabo el mandato de la Asamblea, que por mayoría decidió que el Consejo haga todo lo que está en sus manos para recuperar espacio y conseguir un presupuesto acorde. Tendremos que convocar a las tres diputaciones y al Gobierno Vasco a una reunión conjunta. La financiación les incumbe a todos. En vez de discutir por quién da más o quién da menos (lo que nos acaba perjudicando), tendrán que ponerse de acuerdo para garantizarla.

Paralelamente, continuaremos con Indartzen, que es un proceso abierto a todas las asociaciones miembro para decidir qué tipo de Consejo queremos, cómo queremos que funcione, cómo queremos que se financie y qué queremos que haga.

Han acusado a movimientos afines al PNV de copar el Consejo para controlarlo.

Distintas sensibilidades políticas tratan de utilizar esa misma estrategia. El Consejo es como la vida misma. Lo que ocurre en la sociedad ocurre en el Consejo, pero creo que en ningún caso debería ser así. Debemos preservar que todas las asociaciones y movimientos tengan su espacio, no solo las vinculadas a la política. Además, con ese tipo de dinámicas, lejos de acercar EGK a las asociaciones ajenas a los partidos, las alejamos. Provengo de Hezkide Eskola y debo confesar que a menudo he sentido que muchas de las polémicas entre partidos no hacían más que entorpecer el trabajo.

¿Cuáles serán sus prioridades?

Conseguir un núcleo sólido al frente de EGK. Que la nueva Comisión Permanente lidere activamente la dinámica del Consejo. Estoy segura de que la diversidad de ideologías que conforman la nueva Comisión dará más fuerza a los consensos que consigamos. Que una decisión esté respaldada por asociaciones y partidos de tan distinto signo dará más legitimidad al trabajo de EGK, y a lo que EGK pueda pedir a los partidos. A partir de ahí, las prioridades del Consejo serán las mías propias: seguir trabajando por los derechos de las personas jóvenes, introducir la perspectiva de juventud en las diferentes políticas públicas, hacer de puente entre colectivos y Administración cuando lo consideren necesario, crear redes y promover que los jóvenes participen en asociaciones, foros...

La política de Juventud del anterior Ejecutivo provocó su crítica, ¿confían en el actual?

La anterior Comisión Permanente hizo varias críticas al anterior Ejecutivo de Lakua. Por ejemplo, que el proceso de participación en torno a la Ley de Juventud que querían aprobar no era un proceso participativo como tal, por los tiempos, por el lenguaje y por otra serie de condiciones de las que partía. También criticó que las políticas que se ponían en práctica seguían centrándose en cuestiones ligadas al ocio en lugar de ser políticas realmente integrales que abarcaran cuestiones como la vivienda, la salud, la igualdad o el empleo. Por supuesto, también se criticó duramente los recortes de más del 55% en la subvención al Consejo, así como que reservara más de 30.000 euros para unas jornadas de ciudadanía joven que no hicieron.

En cuanto al Gobierno actual, por ahora solo sabemos que proponen aumentar en 10.500 euros la subvención. Aún estamos lejos de volver a la situación de hace cinco años, pero es un paso. En cuanto a las políticas de Juventud, las seguiremos con tanta atención como seguimos las del resto de ejecutivos. Con todos los gobiernos estamos siendo muy críticos en lo que se refiere a las políticas de vivienda. Tenemos que conservar ese espíritu crítico y constructivo.

¿Han recibido algún tipo de promesa de sus responsables?

No nos han prometido nada, más allá de aumentar 10.000 euros la subvención. De todas formas, todavía hemos mantenido muy pocas reuniones.

Los recortes presupuestarios han motivado el despido de varios trabajadores de EGK. ¿No había otra alternativa?

Lamentablemente, EGK ha despedido a cuatro trabajadoras y trabajadores en los últimos cuatro meses. La cuestión era la siguiente: debido a los recortes que llevó a cabo el Gabinete López, para no despedir a nadie EGK ha tenido que ir gastando su remanente para pagar los sueldos de sus trabajadores, a quienes ha reducido la jornada, ha privado de la subida equivalente al incremento del IPC en el sueldo y no solo eso, sino que lo ha reducido en un 5%. El problema ha sido el siguiente: pese a todos estos recortes que afectaban a las condiciones laborales de todos los trabajadores, EGK no podía seguir pagando la misma estructura. Si no hubiera despedido a nadie, dentro de diez meses no habría habido dinero para pagar un solo sueldo.

Ezker Anitza-Gazteak presentó una propuesta para mantener la estructura actual, pero el problema era ese: que la estructura actual suponía no poder pagar a un solo trabajador a partir de enero. La Asamblea dijo ``no'' a esa propuesta por mayoría y votó mayoritariamente a favor de la reestructuración que ha supuesto cuatro despidos, uno en diciembre y tres en abril. Debo decir también que un trabajador propuso mantener los actuales puestos pero a media jornada, pero el resto se opuso porque entendía que esa opción tampoco garantizaba la efectividad del Consejo y además dejaba en condiciones muy precarias a todas y todos.

Ernai ha criticado que se haya pospuesto su ingreso.

Me parece muy positivo que Ernai entre a formar parte del Consejo, porque mueve a cientos de jóvenes. Sin embargo, debo decir que a Ernai se le han exigido las mismas condiciones que al resto de asociaciones. El problema fue que no presentó un papel en el que el Gobierno Vasco acredita que ha admitido a Ernai en su registro de asociaciones y, sin ese papel, EGK nunca ha aprobado la entrada de una asociación.