Astigarraga eleva a ocho la lista de pueblos que reciclan puerta a puerta
El sistema puerta a puerta (PaP) va ganando terreno y desde ayer, con su puesta en marcha en Astigarraga, ya está implementado en ocho localidades guipuzcoanas, cuatro de ellas en la Mancomunidad de San Marcos. El diputado foral de Medio Ambiente, Iñaki Errazkin, explicó que, además de los beneficios medioambientales, los nuevos sistemas de gestión y tratamiento de residuos generarán 700 puestos de trabajo directos en el territorio de Gipuzkoa.
Imanol INTZIARTE | ASTIGARRAGA
Astigarraga es el octavo municipio guipuzcoano que se suma a la sistema de recogida de residuos puerta a puerta (PaP). Usurbil fue el pionero hace cuatro años y le siguieron Hernani, Oiartzun y Antzuola. La pasada semana se incorporaron Legorreta, Itsasondo y Zaldibia, y según lo anunciado el próximo será, en breve, Lezo.
En el acto celebrado ayer para escenificar la puesta en marcha del PaP en Astigarraga, Iñaki Errazkin, diputado foral de Medio Ambiente, aseveró que, además de los beneficios medioambientales, la implantación de nuevos sistemas de gestión y tratamiento de residuos generará 700 nuevos puestos de trabajo directos en el herrialde.
Errazkin se congratuló de que Gipuzkoa esté dando pasos para alcanzar los niveles de reciclaje «más altos» de Europa, si bien apuntó a que el proceso requerirá de «la paciencia y el compromiso de todos». En este sentido, pidió a las plataformas contrarias al PaP que den «una oportunidad» al sistema.
Por su parte, el alcalde de Astigarraga, Andoni Gartzia, destacó la «voluntad» de sus convecinos de «hacer bien las cosas». Toda la información está disponible en la web www.astigarraga.net, y se han habilitado el correo atezate@astigarraga.net y el teléfono gratuito 900 102 838.
San Marcos y empresas
La Mancomunidad de San Marcos -que incluye a Donostia y Astigarraga, entre otros municipios- puso en marcha el lunes la nueva ordenanza que regula el servicio de recogida de residuos en polígonos industriales y parques tecnológicos. La norma estipula la clasificación y el tratamiento para las diferentes tipologías de residuos.
Los aspectos fundamentales son la obligatoriedad de entregar los residuos a la Mancomunidad, darse de alta en el servicio y entregar los residuos en los horarios y condiciones definidas. Si antes las tasas se establecían fundamentalmente en base a los metros cuadrados de cada empresa, ahora dependerán más de la cantidad de residuos generados y de su tipología, siendo las más elevadas para los no reciclables, ya que requieren de un servicio especial. En caso de que no se realice una separación correcta, la Mancomunidad se abstendrá de recogerlos.
Lodos del Añarbe
Por otro lado, la Mancomunidad de Aguas del Añarbe informó de que ha logrado reutilizar como fertilizantes agrícolas todos los lodos producidos el año pasado, 4.400 toneladas, en su estación de depuración de aguas residuales de Loiola (Donostia). Al respecto, Eguzki se felicitó por la noticia y reclamó a las demás mancomunidades que implementen esta iniciativa en sus depuradoras, incluyendo las de Aduna (Oria) y Epele (Arrasate), actualmente en construcción.
Una semana después de la puesta en marcha del puerta a puerta en Legorreta, el Ayuntamiento informó de que en las últimas noches desconocidos han roto cubos, los han cambiado de lugar y han esparcido los residuos en la calle, en algunas huertas e incluso los han arrojado al río Oria.
Greenpeace, Eguzki, Ekologistak Martxan, Gipuzkoa Zero Zabor y la coordinadora guipuzcoana de plataformas contra la incineración llevaron a cabo ayer un acto en el que simbólicamente derribaron la planta de quema de residuos prevista en Zubieta. Esta escenificación tuvo lugar antes de que una delegación de estos colectivos se entrevistase en la sede de la Diputación con el titular de Medio Ambiente, Iñaki Errazkin. Kepa Oliz (Ekologistak Martxan) y Juan Mari Beldarrain (Eguzki) dieron lectura a un texto en el que se pide al organismo foral, a los ayuntamientos, a las mancomunidades y al Consorcio de Residuos (GHK) que abandonen «cuanto antes y de una vez por todas» el proyecto de la incineradora y desarrollen una gestión basada en la idea Basura Cero.
Recordaron que Gipuzkoa «lleva diez años bajo la amenaza de la incineración de los residuos urbanos» y que el tiempo «no ha hecho sino fortalecer» los argumentos en contra de esta opción. En este sentido, indicaron que «las directivas europeas van a prohibir incinerar materiales reciclables» y que «se trata de una infraestructura carísima» que «destruye en vano valiosos recursos». Además, remarcaron que «precisa de vertederos tóxicos» y que «distintas investigaciones afirman que ocasiona graves daños a la salud», por lo que «nadie la desea en su localidad». I.I.