El sudafricano Daryl Impey (Orica) repitió en la segunda etapa de la Euskal Herriko Itzulia la victoria obtenida el año anterior en Gasteiz al aprovechar el trabajo del equipo australiano. Destacó la labor de Simon Gerrans al lanzar a su compañero en los últimos kilómetros sin pensar en defender un maillot amarillo que recogió Francesco Gavazzi, segundo en la meta.

Fue una etapa en la que repitieron Impey y el Orica, pero también Amets Txurruka, que saltó del pelotón en el kilómetro 9 para buscar los puntos para la clasificación de la montaña en el alto de Elgeta. Al ver que el pelotón no aceleraba para cogerle, decidió marcharse en solitario. Estuvo escapado 150 kilómetros que le permitieron consolidar no solo el maillot de lunares, sino también el de las metas volantes al pasar en cabeza por los cuatro primeros puertos y por las tres metas volantes.

La nueva exhibición de combatividad del ciclista de Caja Rural tiene su morbo además porque el maillot de las metas volantes es naranja y lo patrocina Euskaltel. Después de toda la polémica suscitada por la incomprensible decisión de dar la baja al corredor con más carisma para la afición vasca, resulta curioso ver todos los días a Txurruka en el podio vestido de naranja con el maillot de Euskaltel.

Claro que Didier demostró ayer que también quiere pelear por él, pasó segundo por las dos primeras metas volantes, y la montaña es el primer objetivo de un Amets Txurruka que en esa clasificación no ha encontrado rival en las primeras etapas. Tras completar casi 300 kilómetros en fuga en dos días, la mitad en solitario y la otra mitad con Didier, anunciaba que hoy se tomaría una jornada de descanso y que mañana volverá a intentarlo camino de Arrate.

La fuga de Txurruka fue lo único reseñable del transcurso de una etapa que cumplió el guión previsto de una fuga inicial y la llegada al sprint. Entre medias apenas se pudo contabilizar el intento de Voigt y Malori en la penúltima subida de San Martín y el de Gilbert, que se llevó a rueda a Porte en la bajada del último puerto de Zaldiaran.

Un equipo ganador

Tanto la escapada de Txurruka como los últimos kilómetros de la etapa fueron controlados por el Orica GreenEdge que dirige Neil Stephens. El australiano de Oiartzun ha conseguido formar un equipo ganador en el que, en ausencia de un líder claro, todos trabajan en beneficio del corredor por el que se apuesta cada día. En Elgoibar Weening se vació para lograr el triunfo de Gerrans y ayer fue el líder el que trabajó en los últimos kilómetros para permitir que Mathews lanzara a Impey a su segunda victoria seguida en Gasteiz.

El mérito de Gerrans es mayor porque renunció a la defensa de un liderato que se disputaron Francesco Gavazzi y Ángel Vicioso, segundo y tercero en la llegada. Igualados a puntos, el mejor puesto de ayer del italiano le permitió vestir el maillot amarillo en una prueba que se le da especialmente bien, porque en ella ha logrado dos victorias de etapa (2010 y 2011), sus logros más importantes por detrás de la lograda en la Vuelta de su último año en Lampre.

Todos los favoritos llegaron en un primer pelotón en el que destacó el octavo puesto de Egoitz García, que corre las tres primeras etapas de la prueba vasca por la baja de un compañero. Hoy tomará la salida para poder llegar a su Bizkaia y después abandonará y empezará a pensar en la París Roubaix que correrá el próximo domingo.

Koldo Fernández de Larrea no pudo disputar el sprint y llegó cortado a 23 segundos en un grupo en el que entraron Hesjedal, Andy Schleck y Zubeldia. Vandenbroeck y Tony Martin llegaron más tarde con las secuelas de la caída de la víspera.