Para Europa la nueva política de privacidad de Google no basta
El pasado mes de octubre se llegó a un principio de acuerdo entre Europa y Google en relación con las polémicas políticas de privacidad que debía emplear la compañía estadounidense. Al parecer, las nuevas normas establecidas por Google no han sido del todo suficientes.
Koldo LANDALUZE | DONOSTIA
El enconado duelo que mantienen Europa y Google en relación a las reglas de confidencialidad que sigue manteniendo la gran G, vive estos días un nuevo episodio abanderado por seis organismos europeos de protección de datos que, unidos sus esfuerzos, emprenderán acciones contra Google por no haber respondido a su exigencia de modificar las citadas reglas.
Este nuevo capítulo no es más que una prolongación de lo que se vivió el mes de octubre, cuando estas autoridades de protección de datos dieron a Google un plazo de cuatro meses para que actuara conforme a la normativa europea.
Alemania, Gran Bretaña, Holanda y los Estados español y francés, pidieron a Google que facilitara información clara y concisa acerca de los datos recabados, que precisara la duración máxima de conservación o su finalidad, o que mostrara su compromiso de respetar las exigencias de la directiva europea de protección de datos.
El estamento galo ha sido el encargado de ejercer funciones de portavoz y ha señalado que «visto que Google no ha decidido cooperar con los organismos europeos», han notificado a la empresa de Mountain View su decisión de abrir un «procedimiento de control».
Desde el otro lado de este ring cibernético-legal, Google se defiende asegurando que su política de privacidad respeta la normativa europea «Nos hemos involucrado totalmente -dice la gran G- con los organismos de protección de datos implicados en este proceso y seguiremos haciéndolo para avanzar en él».
Entre las principales cuestiones que serán investigadas por los organismos europeos se encuentran los fines para los que Google utiliza la información de todos sus usuarios, el proceso de conservación de estos datos, la forma en la que consigue el consentimiento para utilizar los datos personales o las opciones que les ofrece a los usuarios para oponerse al tratamiento de su información. Las espadas siguen en alto.