Ricardo Darín ha vuelto a triunfar entre el público argentino con «Tesis sobre un homicidio», a pesar de la polémica surgida en el país a raíz de su enfrentamiento en los medios con la presidenta Fernández. Ese pulso entre dos personajes públicos de peso se traslada al propio argumento de la película, una intriga sicológica en la que el maduro personaje de Darín ha de enfrentarse con un joven rival que pondrá a prueba su inteligencia.

Darín encarna a un abogado ya retirado de la actividad legal, y a sus 55 años dedicado de lleno a la enseñanza en la Universidad del derecho penal. El hallazgo del cadáver de una estudiante justo a las puertas de la Facultad, le obligará a volver de nuevo a la investigación aprovechando sus viejos contactos con la Policía. Su principal sospechoso es uno de sus alumnos, interpretado por Alberto Amman y con una actitud siempre desafiante frente al profesor. Este tipo de duelo criminológico ya ha sido planteado en el cine clásico, partiendo de un conocido caso real protagonizado por dos estudiantes empeñados en demostrar la existencia del crimen perfecto. Alfred Hitchcock lo ilustró de forma revolucionaria en «La soga», y posteriormente fue Richard Fleischer quien lo abordó en «Impulso criminal». La película del argentino Hernán Goldfrid se basa en una novela de Diego Paszkowsky.