El BCE prevé una recuperación gradual pero con «riesgos a la baja»
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, dijo ayer que se va a producir una «recuperación gradual de la economía en la segunda mitad del año», aunque advirtió que existen «riesgos a la baja». Estas referencias a la debilidad económica sugieren que podría producirse una futura rebaja del precio del dinero, pese a que ayer decidió mantener los tipos de interés en el 0,75%, en línea con lo esperado.
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En la rueda de prensa posterior a la reunión del consejo de gobierno del BCE, Draghi explicó que la entidad prevé «una gradual recuperación económica en el segundo semestre del año, sujeta a riesgos a la baja», para recomendar a continuación a los ejecutivos europeos que sigan siendo muy estrictos con las políticas fiscales. «Es esencial que los gobiernos intensifiquen la implementación de las reformas estructurales a un nivel nacional», subrayó Draghi.
El presidente del BCE hizo estas declaraciones en su comparecencia ante los medios tras el consejo de gobierno de la entidad, en la que se decidió mantener los tipos de interés en la zona del euro en el 0,75%, el mismo nivel desde julio de 2012.
Tras señalar que la discusión sobre los tipos de interés fue «extensiva» y «prolongada», Draghi aseguró que «las expectativas de inflación para la zona del euro continúan firmemente ancladas en línea con nuestro objetivo de mantener la tasa de inflación por debajo pero cerca del 2% a medio plazo».
Liquidez a los bancos
El BCE observa «muy de cerca las condiciones del mercado de dinero y su posible impacto en nuestra política monetaria y su trasmisión a la economía», señaló.
Añadió asimismo que «como he dicho en otras ocasiones, continuaremos con un procedimiento de subasta a tipo de interés fijo y adjudicación plena todo el tiempo que sea necesario», lo que supone que se prestará a los bancos toda la liquidez que necesiten.
Draghi se defendió ante las acusaciones de inactividad y de quedarse atrás respecto de los bancos centrales de otros países, como Japón o Inglaterra, que han puesto en práctica métodos mucho más agresivos para contener la crisis de deuda. «Tenemos que ser conscientes de lo que podemos hacer y de lo que no» y dijo que el BCE mira «varios instrumentos, varias herramientas» para impulsar el crecimiento más allá de bajar los tipos de interés.
Además de bajar el precio del dinero para apoyar la actividad económica, el BCE puede ampliar el abanico de activos que acepta como garantía en sus operaciones de refinanciación para facilitar el crédito a las empresas de los países periféricos así como ayudar a los bancos a reestructurar sus balances.
El analista de Commerzbank Michael Schubert considera que «las perspectivas de crecimiento del BCE son demasiado pesimistas y que el escenario más probable es que se produzca una estabilización a corto plazo o, incluso, una pequeña mejora». Por ello Commerzbank prevé que el Banco Central Europeo considerará que no es necesario actuar y mantendrá los tipos de interés.
Draghi recomendó a los ejecutivos europeos que sigan siendo muy estrictos con las políticas fiscales. «Es esencial -dijo- que los gobiernos intensifiquen la implementación de las reformas estructurales a un nivel nacional».
El BCE decidió mantener los tipos de interés en la zona del euro en el 0,75%, el mismo nivel desde julio de 2012. La mayoría de los expertos descartaban de antemano cambios en el precio del dinero pese al empeoramiento de la situación económica.
El rescate de Chipre fue uno de los temas que ocupó buena parte de la comparecencia del presidente del BCE. En primer lugar, reconoció que la propuesta de gravar todos los depósitos «no fue muy inteligente», pero que «se corrigió en el plazo de un día». Explicó que, al principio, establecer una tasa sobre los depósitos «no estaba en los planes del BCE, ni de la Comisión ni del FMI». Sin embargo, se abrió un proceso de negociación con el Gobierno chipriota, añadió, y el resultado «es el que todos conocen», dijo.
Consideró, en cualquier caso, que la participación de los acreedores en el rescate de un banco no es el problema, sino la falta de una regulación común clara. Por ello destacó la importancia de tener esa legislación común para la participación de los acreedores en los rescates, que debería entrar en vigor lo antes posible.
Y en segundo lugar, Mario Draghi se refirió a las declaraciones del jefe del eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, según las cuales el rescate aplicado a la isla mediterránea tendría ese carácter de modelo. Tras atribuir esas declaraciones a un «malentendido», aseguró que «Chipre no es un modelo» para otros rescates. Insistió en que cada uno de los países que hasta ahora han recurrido a un rescate se encontraban en situaciones «muy distintas», como muy distintos son -dijo- los casos «de Irlanda y España».
El presidente del BCE hizo hincapié en la necesidad de actuar con celeridad cuando se plantean situaciones como las vividas en Irlanda, Grecia o el Estado español, porque «cualquier dilación es extremadamente decepcionante», señaló. GARA
