El Ibex, en otra sesión irregular, terminó cayendo a sus nuevos mínimos anuales. Las presiones más negativas llegaron con la intervención del presidente del BCE, Mario Draghi, tras la reunión en la que se decidió no mover los tipos de interés del 0,75%. Sus palabras deslizaron preocupación por el incremento de la debilidad en estados que no presentaban problemas. También quiso alejar la tesis del modelo chipriota como vía para futuros rescates y reafirmó su idea de que la institución bancaria no puede compensar la inacción de los gobiernos a la hora de aplicar las reformas estructurales. Por la tarde empañó la sesión la subida en las peticiones semanales de subsidio de desempleo en Estados Unidos, una mala noticia antes de que se publique la tasa de paro del mes de marzo. El Ibex, que trató de volver a los 8.000 puntos por la mañana, terminó cediendo terreno tras la aparición de Draghi. Se fue desinflando hasta los 7.847,90 puntos, después de ceder un 0,71%. Fráncfort (-0,73%), París (-0,77%) y Londres (-1,19%) también sufrían la posición del BCE. En el Ibex, los tres peores fueron Grifols, Bankinter y Sacyr, que se dejaron más de un 3,50%. El banco iniciaba ayer una ampliación de capital liberada en la que pondrá en circulación otros 313 millones de acciones, pero no habrá efecto dilación ni cambio en su valor patrimonial. Indra (+2,06%) despuntó al alza. De los grandes, solo Iberdrola (+0,52%) y Telefónica (+0,24%) acabaron con ganancias. En París, ST Microelectrónics (-4,38%) destacó entre los perdedores, mientras que Renault (+2,97%) registró la subida más importante.