La agenda del presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) tenía reservada para ayer dos citas especialmente relevantes en Nafarroa. Por la mañana, junto al pantano de Esa; al mediodía, en El Bocal de Fontellas, al borde del Ebro.

En la primera visita, Xavier de Pedro estuvo acompañado de los integrantes de la comisión de Fomento del Parlamento navarro, que fue quien solicitó este encuentro tras el deslizamiento de la ladera que obligó a desalojar las viviendas ubicadas junto a la presa de Esa.

Como explicó Koldo Amezketa (Bildu), el objeto de la visita era «conocer in situ la situación real de la obra, habida cuenta la inquietud y las dudas surgidas entre la ciudadanía y las autoridades municipales de los pueblos situados aguas abajo de la presa, debido a los movimientos de tierra producidos».

El presidente de la CHE, por su parte, indicó que los trabajos se desarrollan a buen ritmo y dentro de los plazos previstos, con el fin de «detener el movimiento, evitar que reaparezca y garantizar la seguridad», todo dentro de una política de «transparencia» que, según aseguró, les lleva a «informar semanalmente al Gobierno de Navarra y a los ayuntamientos de Sangüesa y Yesa».

Tanto Carlos García Adanero (UPN) como Maite Esporrín (PSN) instaron a mantener la guardia en lo relativo a la seguridad, pero el primero quiso subrayar que «no hay motivo para el alarmismo» y la segunda dio el total respaldo de su partido al proyecto: «Estamos conformes con el método de trabajo. Y en cuanto al recrecimiento, nada que objetar».

No lo ve tan claro el resto de los grupos. Víctor Rubio (Bildu) indicó que «ni siquiera la CHE es capaz de ofrecer explicaciones que aclaren el origen de los movimientos y eso acentúa las dudas; lo único evidente es que la tierra alrededor del pantano se está moviendo».

Marisa de Simón (I-E) señaló que «sorprende que haya urbanizaciones en esa zona» y que «hay que paralizar las obras de recrecimiento hasta no tener la certidumbre de que no se van a reproducir esos movimientos».

Patxi Leuza (Geroa Bai) lamentó que no se les dieran «grandes explicaciones acerca de los deslizamientos. Dicen que lo tienen bajo control y te lo tienes que creer, pero el tiempo dirá si persiste o no el peligro».

Las inundaciones en Erribera

Horas después, Xavier de Pedro hacía de anfitrión de los alcaldes de los ayuntamientos riberos afectados por las últimas inundaciones y del consejero de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local, José Javier Esparza. Y lo hacía en El Bocal, desde donde parte el Canal Imperial.

Tras la reunión, el Gobierno navarro indicó que pedirá al Ministerio español de Agricultura que habilite una partida económica para que la CHE pueda asumir la reparación de todos los daños causados por las crecidas de los ríos.

Según indicó la agencia Efe, Esparza también exigió a la CHE la agilización de las obras de recrecimiento de Esa, entre otras razones, por «su efecto positivo para minimizar» futuras inundaciones en Nafarroa.