crisis institucional en nafarroa
El PSN, dispuesto a sostener a Barcina y rechazar la moción
Los trece parlamentarios de Aralar-NaBai y Bildu han registrado la iniciativa para forzar la convocatoria de elecciones. La formación de Jiménez apuesta por votar en contra y salvar a quien define como «lastre». Una manifestación pedirá esta tarde la dimisión de la presidenta navarra.
Aritz INTXUSTA | IRUÑEA
Después de que los grupos de Bildu y Aralar-NaBai registraran ayer la moción de censura, arrancó la tramitación mecánica para que Yolanda Barcina sea revalidada o expulsada por los parlamentarios. La moción requiere de un candidato alternativo, que será Juan Carlos Longás, independiente electo por NaBai y que se quedó del lado de Aralar tras la escisión de Manu Ayerdi (PNV) y Patxi Leuza (Zabaltzen). Todas las miradas se dirigen ahora al PSN, el partido bisagra, que se dice dispuesto a sostener a una presidenta acorralada por casos de corrupción. Pero el proceso ya no tiene marcha atrás y todo debe quedar resuelto antes del viernes 19.
La moción de censura es una figura compleja, puesto que es el último recurso que tiene la oposición para apear del poder a un presidente que se resiste a dejar el cargo. Requerirá de un pleno extraordinario, cuya fecha se decidirá el lunes y deberá ser notificada oficialmente tanto a los grupos como al propio Gobierno. El plazo para ello exige un período de espera mínimo de cinco días hábiles, pero en todo caso debe de estar resuelto en diez días.
Todos los partidos ayer coincidieron en dar una gran relevancia a la iniciativa de EH Bildu, dado que es bastante insólito en la vida parlamentaria. Nunca antes se ha dado una en Nafarroa, aunque, por otra parte, el actual Gobierno portugués ha sobrevivido a cuatro en lo que va de legislatura. Esta, además, es una moción especial, dado que no es un «quítate tú para ponerme yo», sino que el objetivo es convocar elecciones a la mayor brevedad posible. Así, la elección de Longás como aspirante tiene un cierto aire instrumental y, de hecho, el candidato se negoció con la oposición hasta ayer mismo (pese a que la suma de Aralar y Bildu les convierte en segunda fuerza).
EH Bildu sustenta la moción sobre tres pilares. Dice que la situación de emergencia social les obliga a presentarla, considera que los casos de corrupción hacen inmoral que el Gobierno se mantenga y, en último lugar, recuerda que el Pleno ha exigido a la presidenta que dimita y, que al desoír este mandato, la oposición no tiene otra alternativa que la moción de censura.
El PSN intenta mirar a otro lado
El líder del PSN, Roberto Jiménez, tuvo que salir ayer a intentar paliar el compromiso que supone para ellos la votación. Jiménez -que cada vez se prodiga menos ante los medios- insistió en que Barcina debe dimitir, porque «es un lastre para Navarra». Sin embargo, sostiene que «hay una cosa básica y fundamental, que es que ningún ciudadano navarro espera que el PSN apoye una moción de censura de Bildu». Obvia, de este modo, que el fin último es la convocatoria electoral. De otra parte, el PSN difunde la idea de que va a votar que no porque la moción de censura debe presentarse siempre «para ganar», aunque ellos sean quien la tumben. Aún así, el PSN ha participado en reuniones «a cuatro» para discutir el tema. Una de ellas se celebró este mismo miércoles. De otra parte, Jiménez no ha querido siquiera entrar a valorar al candidato que han propuesto Aralar-NaBai y Bildu para abrir paso a los comicios.
I-E ha dejado bastante claro que votará a favor y Geroa Bai ha cuidado más sus declaraciones, pero deja entrever que su voto será favorable. Ambos han manifestado que no se encuentran cómodos con la moción de censura. Pero sus críticas no se dirigen contra las contradicciones del PSN, que será (si no cambia de parecer) quien salve a Barcina de tan comprometedora votación. Al contrario, cargan contra EH Bildu por presentar una iniciativa con muchas papeletas de fracasar. Cabe remarcar que, además de las reuniones «a cuatro», ha habido otras a tres bandas, sin presencia de EH Bildu, que podrían justificar esta poca beligerancia hacia el PSN.
Críticas contra la iniciativa
Uxue Barkos (líder de Geroa Bai) afirmó ayer que «lamenta profundamente» que se presente la moción de censura, porque no va a traer el objetivo último que es «el cambio que la sociedad necesita». Barkos entiende que si se pierde, la ciudadanía puede sentir «frustración».
José Miguel Nuin, portavoz de I-E, tiene claro que la «agonía» que vive la población navarra solo puede verse aliviada a través de «elecciones», pero afirma que son tan solo «el primer paso». Nuin aprueba la consecución de un acuerdo entre la izquierda que recabe apoyo suficiente para gobernar, pero el pacto «está por hacer».
En el otro lado se encuentra UPN, que intenta desprestigiar la iniciativa. Carlos García Adanero aseguró que la moción supone «la presentación en sociedad de la refundación de Herri Batasuna». A su juicio, constituye una «operación de marketing», puesto que da por hecho que está «abocada al fracaso».
Esta tarde se celebrará una manifestación convocada por ciudadanos y agentes sociales de todo tipo para pedir la dimisión de la presidenta navarra. La marcha partirá desde el parque de Antoniutti, a las 18.00, bajo el lema «Barcina, vete ya».
UPN y el PP no alcanzan la mayoría en el Parlamento navarro, ya que poseen 23 escaños (19 y 4) de 50. Por su lado, Bildu, Aralar, I-E y Geroa Bai suman 18. El voto del PSN, con nueve parlamentarios, es el que decanta la balanza hacia un lado u otro.
La moción de censura exige que se presente un candidato alternativo, para que no se abra un periodo de vacío de poder. Aun en el caso de que el objetivo sea llamar a las urnas, el candidato sería investido y como presidente convocaría elecciones.
En la edición de ayer de GARA se hablaba de uno de los escándalos que afectan a Barcina en la CAN y se afirmaba, erróneamente, que formaba parte del Consejo de Administración, cuando en realidad fue miembro del Consejo General.