Stratovarius es una banda finlandesa de power metal melódico creada en Helsinki hace 30 años. Su estilo recoge elementos del jevi metal (no están tan lejos de unos Iron Maiden) mezclados con texturas grandilocuentes propias de la música clásica. De hecho, su nombre es un homenaje a Stradivarius (apellido del conocido luthier italiano, al que el grupo rinde homenaje). De momento llevan vendidos veinte millones de discos, cuatro discos de oro, ciento veinte canciones y más de 1.200 actuaciones.

Con todo, la vida de Stratovarius no es sencilla. El éxito no les llegó con su primer disco, editado en un entorno local. Y ya con cierta fama sobre sus guitarras, veloces baterías y armonías vocales, comienzan las tensiones entre el grupo. Los malos rollos son de consideración, las deudas también. Se toman pausas que diversos miembros utilizan para lanzar sus proyectos en solitario.

Cambios

Un punto de inflexión, o uno de los muchos que la banda puede apartar, se produce con la edición en 2003 de «Elements, Pt. 1» y «Elements, Pt. 2», dos álbumes muy ambiciosos y donde el grupo arriesga con pasajes próximos al progresivo y elementos épicos. La crítica se divide, los aficionados se despistan, pero, finalmente, las dos obras se consolidan.

A fines del 2003, la relación entre los miembros de Stratovarius era la peor en casi 20 años de vida. Los problemas sicológicos y de alcoholismo de Timo Tolkki derivaron en la despedida de Timo Kotipelto (cantante, que volvería) y Jörg Michael (batería). Posteriormente Tolki abandonaría la banda, cediendo los derechos del grupo, no sin polémica, a los miembros restantes. Con nuevas incorporaciones y reajustes de músicos, Stratovarius está de nuevo en marcha.

En febrero de este año aparece «Nemesis». Sobre el disco Timo Kotipelto comentó: «:Este álbum tiene un sonido oscuro y más moderno. Nosotros, como banda, pasamos por muchas cosas y hemos madurado como compositores. El proceso de este álbum fue más fácil que antes, porque pudimos darle todo el tiempo que necesitaba».

Por lo demás, «Nemesis» no suena tan sombrío como apunta Kotipelto. Todo es reconocible, familiar y dentro del esperado sonido de un nuevo disco de Stratovarius.