La canciller alemana, Angela Merkel, aprovechó ayer la visita del presidente ruso, Vladimir Putin, al Salón Industrial de Hannover, para defender a las asociaciones de los partidos alemanes que operan en Rusia y cuya actividad el Kremlin quiere limitar.

En su discurso de inauguración, Merkel, aunque con un tono en general cordial, pidió que «se dé una oportunidad a las ONG y a múltiples asociaciones que en Alemania sabemos que son un motor de innovación», añadiendo que la innovación será «un elemento esencial» en la modernización y la diversificación de la economía rusa, «y estamos convencidos de que eso sale especialmente bien cuando hay una sociedad civil activa».

Se trató de una alusión directa a las investigaciones que las autoridades rusas llevan a cabo contra varias organizaciones, algunas de ellas fundaciones de partidos políticos alemanes.

Putin se defiende

En una entrevista en la primera cadena de la televisión pública alemana, ARD, difundida ayer, Putin defendió las inspecciones porque el pueblo ruso tiene el derecho de saber qué organizaciones instaladas en el país reciben financiación extranjera y con qué objetivo. Merkel añadió ante Putin, con el que posteriormente cenaría, que «tenemos que seguir la discusión» sobre los espacios de libertad dejados a la sociedad civil».

Ante el centro de congresos de Hannover, un centenar de personas se concentró convocadas por Amnistía Internacional y Human Rights Watch, reclamando también que «se deje trabajar tranquilas a las ONG».

Es la segunda vez en dos meses que la canciller critica a Putin en público. En noviembre del año pasado en un foro en Moscú con representantes de la sociedad civil de ambos países, se preguntó por la condena a dos años de dos miembros del grupo Pussy Riot por un «rezo punk» antiPutin, cantado en la catedral de Moscú. Por su parte, el presidente ruso, que tomó la palabra antes que la canciller en la inauguración del Salón, elogió las sólidas relaciones comerciales entre ambos países.

Recordó que el comercio bilateral llegó a una marca histórica de 74.000 millones de euros el año pasado y se mostró convencido de que «pronto llegaremos a los 100.000 millones».

Socios comerciales

Rusia ya fue el socio oficial de la Feria de Hannover, que presume de ser el mayor salón industrial del mundo, en 2005, en una época más favorable para las relaciones germanorrusas. Se firmaron entonces numerosos contratos durante la feria, pero no está previsto algo similar este año.

Además de las fundaciones políticas, otros temas empañan las relaciones entre Berlín y Moscú, como el rescate de Chipre, en el que Alemania juega un papel determinante, y en el que numerosos ciudadanos rusos se han visto afectados.

Pero los lazos comerciales son fuertes y tienen intención de reforzarlos. El gas ruso es crucial para el aprovisionamiento de energía de la primera economía europea, que también observa en el mercado ruso una alternativa para sus ventas, dada la crisis que atraviesan buena parte de sus socios europeos.