El Ibex evitó una quinta jornada consecutiva de recortes y pudo colocarse al cierre por encima de los 7.800 puntos. Los argumentos a favor de este rebote, moderado pero proverbial, habría que buscarlos lejos de Europa. Y es que gracias a las buenas cuentas presentadas el lunes por Alcoa, que daba el pistoletazo de salida a la temporada de resultados trimestrales, y a la inflación de China, que subió en marzo hasta el 2,1% interanual, se respiraba mayor tranquilidad. No obstante, siguen pendientes los problemas en Portugal para complacer a Bruselas con los nuevos ajustes; y en Italia, donde todavía no se ve factible la formación de gobierno. Dentro del Estado español, las afirmaciones de Moody`s sobre el cantado incumplimiento de reducción del déficit en 2013 hasta el 4,5% y las distintas llamadas internacionales a aflojar la presión del control presupuestario para permitir el crecimiento en Europa no producían cambios en el devenir de las negociaciones. El Ibex acabó con 7.872,50 puntos, después de subir un 1,10%. También sumaron puntos París (+0,11%) y Londres (+0,58%), pero no Fráncfort (-0,33%). Por valores del Ibex, despuntaron los saltos de Abengoa (8,72%) y Sacyr (+7,12%). Por detrás Arcelor Mittal (+3,34%) y Popular (+2,79%). De los grandes, todos en positivo excepto Inditex (-1,19%), los más alcistas fueron Repsol (+3,02%) y BBVA (+2,66%). En París, EADS se dejaba un 2,87%, tras la venta del 7,4% del capital por parte de Lagardère. Por su parte, ArcelorMittal (+3,25%) se beneficiaba de los buenos resultados del gigante Alcoa en el primer trimestre.