Un refugio en el Boulevard para los ocho donostiarras condenados
La pequeña explanada junto al kiosko del Boulevard fue rebautizada ayer como Askegunea, un espacio de «desobediencia civil y resistencia pacífica» en el que ofrecer respaldo, compañía y protección a los ocho jóvenes donostiarras condenados por el Supremo a seis años de cárcel por su actividad política en Segi. Desde ese punto partirá este sábado a las 19.00 una manifestación para denunciar dicha sentencia. Pero desde ya están protegidos por personas solidarias.
Imanol INTZIARTE | DONOSTIA
Aplausos, muchos abrazos y algunas lágrimas. Decenas de personas se dieron cita ayer en el Boulevard para expresar su respaldo a los jóvenes donostiarras a los que el Tribunal Supremo ha condenado a seis años de cárcel por su actividad política en Segi. El acto daba continuidad a la nutrida manifestación celebrada el lunes por la tarde, pocas horas después de que se hiciese público el auto.
«Nos aceptamos esta sucia sentencia, les costará llevarnos», aseveraba Aitor Olaizola, uno de los castigados, poco antes de que él y sus compañeros rompiesen en pedazos y arrojasen al aire los 71 folios que ordenan su ingreso en prisión. Todo ello bajo la vigilancia de un nutrido contingente de la Ertzaintza.
Además de Olaizola, los condenados son Imanol Vicente, Nahikari Otaegi, Ekaitz Ezkerra, Adur Fernández, Oier Lorente, Mikel Arretxe y Egoi Alberdi. A ellos cabe sumar un noveno, Ekaitz de Ibero, absuelto en este sumario pero sobre quien pesa orden de detención para cumplir una condena anterior de algo más de cuatro años, que paradójicamente estaba ligada a este caso en el que ha sido absuelto. La comparecencia junto al kiosko había sido convocada por Eleak. En nombre de esta plataforma, Txerra Bolinaga resaltó que la solidaridad es importante, pero es necesario dar un paso más y comprometerse.
En su análisis, el portavoz de Eleak subrayó que este caso «no es una excepción, se trata del pan de cada día para decenas de jóvenes por causas como tener en casa pegatinas de Segi». Estas redadas en Donostia, a finales de 2007, se saldaron con varias decenas de detenciones y quince condenas en las Audiencia Nacional, de las cuales ocho se han mantenido en el Supremo. Al mismo tiempo, hay numerosos jóvenes de toda Euskal Herria encarcelados por causas similares, y otros muchos a la espera de juicio.
Bolinaga denunció que «la teoría del `todo es ETA' y sus consecuencias siguen vigentes, con personas que siguen siendo encarceladas por realizar actividades supuestamente legales en una democracia. Continúna la persecución, los seguimientos y las leyes que lo permiten».
Manifestación y Askegunea
El representante de Eleak finalizó su intervención invitando a la ciudadanía a la manifestación que se celebrará este sábado en Donostia, con salida a las 17.00 en el Boulevard. Entre tanto, la pequeña explanada junto al kiosko será Askegunea, un espacio en el que se han habilitado varias carpas para celebrar día tras día charlas, talleres, conciertos o cualquier otro tipo de actividad.
Su principal objetivo será ofrecer respaldo a los jóvenes condenados, que pasarán allí la jornada con la tensión de saber que en cualquier momento pueden ser detenidos y llevados a prisión por agentes policiales.
Askegunea estará abierto desde las 9.00 hasta las 20.00 a diario, y se ha abierto una dirección de correo electrónico -askegunea@hotmail.com- para que toda persona o colectivo que lo desee presente sus iniciativas o propuestas con las que dar contenido a este espacio.
Para que los jóvenes se sientan arropados, se han organizado grupos tanto para ir a buscarles a su casa cada mañana como para acompañarles cada tarde en el trayecto de vuelta.
Resistencia pasiva
Los condenados dejaron claro que no van a huir ni esconderse, pero que tampoco van a entregarse voluntariamente. Según se explicó en la asamblea popular celebrada en plena calle tras la rueda de prensa, la opción elegida es la desobediencia civil y la resistencia pasiva.
«Si vienen a buscarlos no vamos a dejar que se los lleven, nos sentamos en el suelo», indicaba uno de los presentes.
Los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Donostia criticaron la proliferación de pintadas y pancartas tras la sentencia. Ernesto Gasco (PSE) señaló que las calles de la Parte Vieja vivieron el lunes «una orgía de pintadas» e hizo hincapié en una en la que se leía «PP-PSOE asesinos» y en otras realizadas en edificios relevantes como la Biblioteca Municipal o la iglesia de San Vicente. Gasco imputó estos actos a la nueva organización juvenil Ernai y acusó al alcalde de «hacer la vista gorda».
En tono similar se expresó Ramón Gómez (PP), quien además reclamó al Gobierno local «que impida la colocación de cualquier tipo de pancarta reivindicativa y que actúe en contra de quienes las colocan».
Juan Ramón Viles (PNV), remarcó que las pintadas se iniciaron hace tres semanas -coincidiendo con una manifestación en respaldo a los quince enjuiciados- y consideró que la Parte Vieja se está convirtiendo «en una especie de parque temático de la izquierda abertzale y su peculiar visión del mundo». I.I.
Se celebró ayer en Madrid el juicio contra el baztandarra Ernesto Prat, para el que la Fiscalía pide una condena de 8 años de cárcel por «pertenencia a Ekin». El pasado domingo, unas 500 personas se manifestaron por las calles de Elizondo bajo el lema «Epaiketa gehiagorik ez! Eskubide zibil eta politikoen alde!». Ayer, unas treinta personas se desplazaron hasta la Audiencia Nacional para arropar a su convecino, según explicó la web Arranbela.
Prat fue detenido en enero de 2012 en la localidad labortana de Urruña, donde hacía vida normal después de haber salido de Nafarroa en 2008, tras una redada de la Guardia Civil contra Ekin. Un mes después fue extraditado al Estado español, donde ingresó en prisión. Salió bajo fianza ese abril, a la espera del juicio. GARA