La última acometida de UPyD para buscar la ilegalización de Bildu y Amaiur volvió a fracasar ayer en el Congreso de los Diputados. Esta vez, la formación de Rosa Díez -que defendió la propuesta personalmente- recurría a una nueva opción, que es proponer el endurecimiento de la Ley de Partidos para que las formaciones independentistas legalizadas por el Supremo vuelvan a encajar en sus supuestos.

UPyD proponía incluir textualmente que «la falta de condena del terrorismo, mediante actos reiterados y concluyentes, será considerada apoyo tácito del terrorismo, sirviendo de presupuesto habilitante para declarar la ilegalidad». También quería añadir como motivo de prohibición «la difusión por cualquier medio de ideas o doctrinas que nieguen la existencia de la historia criminal o terrorista o legitimen, exculpen o minimicen las acciones o fines, pasados, presentes o futuros, de las organizaciones terroristas».

La moción dio pie a un intenso debate en el que Amaiur se enfrentó tanto a UPyD como al PP. El partido de Mariano Rajoy no apoyó la iniciativa, pero sí cargó contra los independentistas instándoles a «exigir aquí la disolución de ETA y una paz con vencedores y vencidos», en palabras de su diputado José Antonio Bermúdez de Castro.

La posición de Amaiur fue defendida por Rafa Larreina, que recalcó que «una democracia no se defiende recortando libertades». Censuró a Rosa Díez su objetivo de fondo de prohibir ideas y le recordó que aplicándose sus mismos criterios «la unidad de España sería indefendible porque la defendió Franco con su proyecto fascista».

Además, recordó que la Ley de Partidos es ya de por sí «profundamente injusta» y ha deparado efectos como el cierre de periódicos y otras vulneraciones de derechos humanos que luego ni siquiera han validado los tribunales españoles. Ciñéndose ya a la situación actual, trajo a colación que el «terrorismo» que UPyD invoca sencillamente no existe, y de hecho en la reciente encuesta del CIS solo el 0,4% de la ciudadanía estatal afirma sentirse preocupada por ETA.

El resto de formaciones rechazaron la propuesta de UPyD con duros calificativos: «Oportunista», «carente de rigor», «contraproducente»... Susana Sumelzo, diputada del PSOE, consideró muy peligroso introducir el concepto de «ilegalización sin violencia».