La Final Four está tan cerca que para entrar tal vez baste un golpe de suerte. Después de la ausencia del año pasado, Caja Laboral Baskonia se sitúa en el cruce de cuartos, tras una tortuosa singladura en la Euroliga. Llegar hasta aquí ha sido una pelea constante, pero una vez en la antesala de Londres, la escuadra que dirige Zan Tabak espera dar un paso más, volviendo a la fase final de la Euroliga por primera vez desde el año 2008.

La empresa, obviamente, es muy complicada. El CSKA de Moscú arrancaba la temporada con muchas dudas y sufriendo serios reveses, pero conforme ha ido avanzando la Euroliga el nuevo proyecto de Ettore Messina ha ido adquiriendo empaque. De la mano del dúo serbio Teodosic-Krstic, supervivientes del fallido Dream Team de la pasada campaña, con jugadores como Khryapa, Kaun, Weems o el ex de Bilbao Basket Aaron Jackson para ofrecer su apoyo, más el regreso del «entrenador sobre el parqué» Theo Papaloukas, el renovado equipo del Ejército Rojo vuelve a presentar sus credenciales. Por mucho que los gasteiztarras ya hayan cumplido con sus «deberes» continentales, hará falta que los de Tabak rindan a su mejor nivel y sin altibajos para poder tener opciones de dar la sorpresa.

«Lo primero es que tratemos de jugar bien y cumplamos con el plan de partido y compitamos al máximo. Pero claro, hablamos del CSKA de Moscú, que es uno de los mejores equipos de Europa», afirmaba Zan Tabak en la previa al duelo de hoy.

Todo ello no arredraba al técnico croata que afirmaba: «Hemos enseñado, cuando hemos dado el máximo, que podemos competir y podemos ganar contra todos, tanto en casa como fuera, aunque es cierto que en casa no estamos compitiendo como esperaba la gente. Pero lo cierto es que en los partidos de «ser o no ser», cumplimos en el 90% de las veces».

Aun así, el de Split se mostraba realista al añadir que «ante el CSKA no basta con cumplir. Hay que dar el máximo en cuanto a corazón y ganas, pero en cuanto a ejecución también, porque no puedes equivocarte. Por ello, me conformaría con lograr una victoria en Moscú».

Buscando la fórmula

Uno de los jugadores que más se crece ante los grandes compromisos es Maciej Lampe. El pívot polaco, recuperado o al menos en mejor estado de sus molestias, reconocía la calidad de su adversario, pero afirmaba a su vez que «viajamos a Moscú a luchar. Obviamente, debemos hacer un partido muy completo para tener opciones: no cometer muchas pérdidas, luchar cada rebote, jugar un buen baloncesto, en suma».

En esa búsqueda del buen baloncesto también se busca la forma de hacer daño al CSKA de Moscú. En ese sentido, Zan Tabak opinaba que «los equipos como el CSKA, grandes físicamente, tienen muchas virtudes, pero también problemas en apartados como el balance defensivo, así que intentaremos realizar un juego más rápido contra ellos».

Un juego más rápido, pero sin perder la cabeza. «Cuidado con intentar jugar rápido contra un equipo de su experiencia. Si de esa forma pierdes balones y tomas tiros malos, te va a castigar», advertía el croata.

Tirando del orgullo

San Emeterio, por su parte, quisiera vengarse de la eliminación de la campaña 2009/10 y de las otras eliminaciones de cuartos. «Hemos tenido más posibilidades, pero no hemos pasado esta criba. Pero ya en el Top 16 dije que pasaríamos y daríamos guerra, y aquí tiene que ser lo mismo y aprovechar si hay la mínima oportunidad», rezaba el capitán baskonista.

Tabak además apelaba al orgullo y la «historia» del club. «Este club no puede salir derrotado. Hay un nombre y una historia que hay que proteger. El CSKA es el favorito, pero ya que estamos aquí, vamos a intentar aprovechar la oportunidad. No es imposible», remachó.