«Oponerte al régimen marroquí supone tener problemas»
Omnia Nur es miembro activo del Movimiento 20F de Marruecos y de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos en la sede de Madrid. Su entorno y el movimiento feminista islámico ven en ella a una líder, a una mujer socialmente comprometida con la defensa de las libertades individuales.
M. Laure RODRÍGUEZ QUIROGA | MADRID
Acaba de cumplirse el segundo aniversario del Movimiento 20F de Marruecos sin que haya tenido la repercusión mediática de sus vecinos Túnez o Egipto. Poco a nada se conoce de sus reivindicaciones ni de los activistas que lo promueven.
A caballo entre Marruecos y el Estado español, Omnia Nur se presenta a sí misma como alguien que se rebela ante las desigualdades y los privilegios de unas personas en detrimento de otras, los poderes absolutistas y la tiranía de los partidos políticos que privan de los derechos fundamentales.
¿Qué es exactamente el Movimiento 20 de Febrero?
El Movimiento 20 de Febrero no es un partido ni una organización poderosa que recibe subvenciones del Estado. Es un grupo de gente, jóvenes universita- rios mayoritariamente, que se han juntado como aquí el 15M, que piden una alternativa a la tiranía y esclavitud del régimen marroquí.
El 14 de febrero de 2011 se emitió un comunicado en el que se escribían nueve peticiones dirigidas a Mohamed VI, por ejemplo, la liberación de los presos políticos y de opinión, una Constitución democrática, el reconocimiento de las diferentes identidades marroquíes a nivel lingüístico, cultural e histórico, o asegurar el acceso de los más pobres a unos servicios públicos dignos.
Es también miembro de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH). ¿Cuál es su labor?
AMDH surge en los años 70 y ha venido trabajando sobre el terreno, realizando informes anuales sobre secuestros, detenciones, torturas y demás violaciones de derechos. Es una organización social con 72 secciones y más de 8.000 afiliados encargados de una evaluación general de la situación de derechos humanos en Marruecos.
¿Qué consecuencias tiene oponerse al régimen?
Si detecta que eres opositor y que puedes ser `peligrosa', te anulan directamente. Hay dos formas de hacerlo, intentando comprarte mediante dinero, puestos de trabajo o incluso becas de estudios en el exterior; o bien, prisión donde se han registrado casos de tortura o desapariciones en cárceles secretas. Oponerte al régimen supone tener problemas.
Hace poco se ha difundido un vídeo en el que un prisionero, Bouchta Charef, describe cómo le introducían una botella por el ano y le intentaban destrozar el pene. A Selma Maaruf, varios policías le dieron una paliza en un garaje durante una concentración, Abdelkabir Elbahi fue arrojado por un policía desde la cuarta planta de un edificio y corre el riesgo de quedarse tetrapléjico, y hay muchos casos más. El 20F cuenta con 120 militantes encarcelados y más de 10 mártires.
¿Y respecto a la situación de las mujeres?
El 62% de las mujeres sufren violencia en diferentes edades. El 60% de las madres solteras son menores de 26. La discriminación de las mujeres sigue existiendo y se necesitan leyes y una nueva reforma de la `Mudawa' (el Código de Familia marroquí). En la última modificación de 2004, ya hubo cambios en relación a la poligamia, por ejemplo. Se reconocía el derecho de la primera mujer a poder rechazar el segundo matrimonio, pero hay que ser consciente de que existen mujeres que se ven forzadas a aceptarlo, porque no tienen independencia económica para irse de su casa. Se necesitan cambios.
También se está presionando para erradicar el artículo 475, el principal responsable del suicidio de Amina Filali, la niña que fue casada con su violador. Prometieron que se iba a eliminar, pero acaba de cumplirse el aniversario de su muerte y todavía no se ha hecho nada.
Apoya la independencia del Sáhara siendo marroquí...
¿Por qué tenemos que tener esa parte marginada? ¿porque Hassan II lo decidió o por los intereses económicos del fosfato, el petróleo o la pesca? Para mí, la voluntad del pueblo está por encima de la voluntad del capitalismo, del islamismo o de lo que sea. El pueblo marroquí no se beneficia de ese conflicto, los que los están haciendo son Argelia, Marruecos y el Estado español.
El pueblo saharaui tiene derecho a decidir su futuro, que se le dé la palabra y que decida voluntariamente qué quiere. Pero también creo que el Frente Polisario tiene que hacer autocrítica, porque no es normal que un presidente lleve 30 años en el cargo, como ha pasado en otros países y puede que, en parte, el Polisario también sea responsable de que el conflicto siga.
¿Qué pasa cuando las libertades individuales se hacen públicas?
En Marruecos, el problema es cuando empiezas a expresar reivindicaciones en el espacio público. Algunas no trascienden porque no tienen seguimiento social y las dejan hacer. Pero en cuanto ven que la persona tiene repercusión y visibilidad, es cuando intentan reprimirlas.
Las libertades religiosas, si se realizan en el espacio privado no hay problema, pero si se empieza a realizar públicamente puede haber consecuencias. Comer en espacios públicos durante el ayuno de Ramadán está penado. Si te encuentran comiendo en la calle pueden imponerte una multa o prisión de 6 meses a 1 año.
También está la homosexualidad, que se condena no solo a nivel institucional a través de las leyes, sino también a nivel social. Sigue existiendo la dificultad de integrarte en la sociedad si eres diferente, porque te has visibilizado.
De lo que se trata es de que respeten todos los derechos humanos, en igualdad de condiciones, y que cada persona decida con libertad.
«El pueblo saharaui tiene derecho a decidir su futuro, que se le dé la palabra y que decida voluntariamente qué quiere. Pero el Frente Polisario debe hacer autocrítica»