Primero retrasaron durante semanas el pleno que debía decidir la creación de la ponencia, para «dar tiempo» al PP. Y luego cambiaron el texto sobre el que había un principio de acuerdo con EH Bildu, para añadir que la ponencia «continuará con los trabajos de la ponencia anterior». Una apostilla que molestaba a la coalición soberanista, cuyos miembros no estuvieron presentes en los trabajos de la pasada legislatura, y que hacía un guiño al PP, que había «reivindicado la necesidad de poner en valor los acuerdos de la Ponencia de Paz y Convivencia de la pasada legislatura», como recordó semanas después su portavoz, Arantza Quiroga. El resultado fue que la creación de la ponencia se aprobó con el voto a favor de PNV y PSE y la oposición de PP y UPyD. EH Bildu se abstuvo y dejó clara su intención de participar en la misma.

En el siguiente paso, dado en el pleno monográfico sobre resolución del conflicto, convocado a instancias de EH Bildu, fue que PNV y PSE dejaron de lado sus posiciones particulares para presentar una propuesta de resolución única y conjunta con el PP, que recogía textualmente las conclusiones de la ponencia de la pasada legislatura. Como se vio en los discursos de la jornada, la intención común era volver contra EH Bildu la convocatoria del pleno y facilitar al PP su incorporación a la ponencia. En ese empeño, el PNV llegó a votar contra puntos que ha defendido en otros foros.

En todo caso, los jeltzales dieron sus esfuerzos por bien empleados. Según explicó Joseba Egibar desde la tribuna de oradores, «lo importante es destacar que tres partidos -que participamos en la constitución de aquella ponencia junto a otros- reafirmamos el punto de partida surgido de todo aquel trabajo». Y añadió que «quienes creen en la construcción de la paz y la normalización», deben saber que en el Parlamento «hacemos una apuesta clara y sin retorno en favor de la paz y la covivencia».

Reconocimiento de Tejería

Tras ese pleno del 22 de marzo, la presencia del PP se dio por hecha. Hasta tal punto llegó la convicción, que la presidenta de la Cámara autonómica, Bakartxo Tejería, quiso hacer desde los micrófonos de Radio Euskadi un reconocimiento expreso al «esfuerzo» del PP por «intentar estar» en la Ponencia de Paz y Convivencia.

Pero con el paso de los días se fue viendo que el sector del PP opuesto a participar en los trabajos de la Ponencia iba ganando terreno. Que Antonio Basagoiti estaba más cerca de los postulados de Carmelo Barrio que de los de Borja Semper, que defendía que «el PP es un partido institucional y debe estar en la ponencia».

Finalmente ayer, víspera de la constitución hoy de la ponencia, el secretario general del PP, Iñaki Oyarzábal, anunciaba que su partido no participará en el acto, acusando a EH Bildu de mantener un discurso «justificador del terrorismo», por lo que «no se dan las «condiciones» para que dicho foro llegue «a buen puerto». En todo caso, no descartó una incorporación futura si considera que es más útil estar que no estar. Según señaló, «vamos a defender nuestra responsabilidad institucional y no vamos a permitir que nos saquen del tablero político».

Después de los esfuerzos realizados para facilitarles el camino de la participación, el PP se permitió criticar a PNV y PSE. Iñaki Oyarzábal destacó que su partido está siendo «el único capaz de plantar cara» a EH Bildu en el Parlamento autonómico. «Otros no están siendo capaces de aguantar la presión», dijo, y emplazó a los mencionados partidos a «no hacer el caldo gordo a quien ofenda a las víctimas».

Reacciones

Tras conocer la decisión del PP, el portavoz del PNV, Joseba Egibar, la calificó de «equivocada» y fruto de «un análisis estático de la situación política».

Desde el PSE, José Antonio Pastor, prefirió quedarse con la parte positiva de que el PP acabará incorporándose a los trabajos de la ponencia. Tampoco quiso responder a las críticas de Oyarzábal.

Julen Arzuaga, de EH Bildu, apuntó que «el PP ha dejado en ridículo el esfuerzo de PNV y PSE para incorporarlo», al tiempo que muestra que está anclado en la intransigencia y es «incapaz de confrontar ideas».