Unicef sitúa al Estado español a la cabeza de la pobreza infantil
La tasa de pobreza infantil en el Estado español se sitúa entre las más altas de los países industrializados, solo superadas por Letonia, Estados Unidos y Rumanía, según Unicef. El estudio elaborado por este organismo dependiente de la ONU coloca igualmente al Estado español a la cola en el ámbito educativo, por el alto nivel de fracaso escolar.
GARA | MADRID
El Estado español ha retrocedido cinco puntos en la clasificación de bienestar infantil en la primera década del siglo XXI hasta situarse en el puesto 19 de los 29 países con economías más avanzadas del mundo, según el informe elaborado por Unicef.
Para evaluar el bienestar infantil tiene en cuenta los siguientes indicadores: bienestar material, salud y seguridad, educación, conductas y riesgos, y vivienda y medio ambiente.
Este estudio sitúa al Estado español a la cola a la hora de garantizar el bienestar material de los menores (puesto 24 de la clasificación total), una cuestión que tiene en cuenta el porcentaje de menores que viven en hogares con ingresos inferiores al 50% de la media estatal, el nivel de pobreza entre los menores o su acceso a al menos una comida con carne o pescado al día, frutas y hortalizas todos los días, libros apropiados para su edad, conexión a Internet, condiciones lumínicas suficientes para hacer sus deberes o que tengan tres pares de zapatos apropiados al año.
Al menos el 20% de los menores en el Estado español están por debajo del nivel de pobreza relativa, un porcentaje superado solo por Letonia, EEUU y Rumanía, según recoge el informe.
También está a la cola en la dimensión relativa a educación (puesto 26 de 29) a partir de indicadores que miden el porcentaje de menores inscritos en educación primaria y secundaria y la tasa de jóvenes de entre 15 y 19 años que ni estudian ni trabajan ni están realizando prácticas laborales, así como la media de los resultados obtenidos en los exámenes de PISA en lectura, matemáticas y ciencia.
En cuanto al bienestar de los menores, sus comportamientos y los riesgos que afrontan, el Estado español ocupa el puesto número 20. Para ello, Unicef ha valorado el porcentaje de menores con sobrepeso, que desayunan y comen fruta todos los días y que practican una actividad física, así como el número de aquellos que consumen tabaco, alcohol y cannabis o están expuestos a violencia. «Los adolescentes españoles son un grupo de riesgo que merece atención», alertó el investigador Goran Holmqvist, encargado de presentar el informe internacional.
Preocupación por la crisis
Remarcó que la tasa de jóvenes de entre 15 y 19 años que ni estudia ni trabaja ha subido del 7% al 13% entre 2000 y 2010, la década que analiza el estudio. La mayor subida se ha registrado desde 2007.
Chris de Neubourg, responsable de la investigación, reconoció el temor evidente de que los recortes de gasto público en países como el Estado español tenga un efecto negativo. «Cada vez que se estudian o aprueban nuevas medidas políticas, los gobiernos deben analizar sus consecuencias concretas para los niños, las familias con hijos, las familias monoparentales y los adolescentes», consideró.
«Lo peor es reducir las inversiones en esta generación, se corre el riesgo de que paguen las consecuencias ahora y en el futuro», subrayó.
El responsable de Políticas de Infancia de Unicef España, Gabriel González Bueno, destacó la importancia de que el Gobierno español cumpla los compromisos con la infancia, manteniendo en la agenda política la lucha contra la pobreza infantil. Indicó que el Plan de Acción para la Inclusión Social que el Ejecutivo de Mariano Rajoy va a aprobar en las próximas semanas, debe incluir medidas para garantizar los recursos de las familias, mantener la calidad de los servicios asistenciales y permitir la participación de niños y familias en la elaboración de las políticas.
Recomendó a las administraciones públicas que mantengan las becas de comedor o que garanticen que, al menos, una vez al día los niños puedan tener una comida completa. «Los niños son el motor que nos van ayudar a salir de la crisis», remarcó, por su parte, su director ejecutivo, Javier Martos, quien advirtió de que dos millones de niños viven en situación de pobreza.
Otra de las conclusiones del informe es que el nivel de bienestar de los menores no está directamente ligado con la riqueza del país. Y como ejemplo citó a Estados Unidos, que pese a «tener excelentes sistemas educativos y de salud, no son accesibles para todos. Tendrían que hacer más esfuerzos para proteger a sus niños».
En Estados Unidos, un niño de cada cuatro vive en una familia cuyos ingresos son inferiores a la media. En la Unión Europea la proporción es de uno de cada diez niños, según el informe.
Países Bajos es el mejor valorado, situándose en el primer puesto de la clasificación global, seguido de Noruega, Islandia, Finlandia, Suecia, Alemania y Luxemburgo.
El director del centro de investigación política y social de la Unicef, Chris de Neubourg, advirtió de que la tasa de pobreza entre los niños ya ha aumentado en varios países. «Lo peor es reducir las inversiones en esta generación, se corre el riesgo de que paguen las consecuencias ahora y en el futuro», resaltó.