Cinco puntos y tres equipos parecen un colchón mínimamente esperanzador con apenas una cuarta parte del campeonato por delante. Pero reacciones como la que está protagonizando el Deportivo, baches como el que atraviesa el propio Osasuna y precedentes que aconsejan superar con cierta holgura los cuarenta puntos en la última jornada invitan a evitar la tentación de sestear un poquito.

Lo tienen claro los rojillos. O al menos eso asegura Andrés Fernández, para el que «si alguien está tranquilo se equivoca. Osasuna es un equipo que o va al límite en todos los partidos o lo tenemos muy difícil para ganar. Todos los años ha sido así, con partidos de mucha entrega, lucha, de ganar por un gol, en el último momento... No podemos tener tranquilidad -insiste-. Como se dice, tenemos que estar con el culo prieto, tirar hacia adelante y estar concentrados al cien por cien».

Más aún teniendo en cuenta la mala racha que protagoniza el equipo navarro en el Sadar, en el que históricamente ha basado sus éxitos y en el que está a punto de batir, precisamente, una marca histórica, lamentablemente negativa. Los malos guarismos en casa no solo obligan al equipo de José Luis Mendilibar a ofrecer su mejor versión a domicilio, sino también a realizar un examen de conciencia. «Hacemos bastante autocrítica -admite Andrés-. Y la verdad es que en casa no podemos salir así, las cosas como son. Hay que reconocer que no estamos haciendo bien las cosas y que hay que cambiar». No resulta tan sencillo saber exactamente qué y cómo cambiar. «Quizá, a lo mejor, de vez en cuando hay que jugar a lo que Osasuna siempre ha sido, jugar más en largo e ir a la presión... -aventura el guardameta-. No sé, algo hay que cambiar en casa porque se nos han ido muchos partidos y lo que queda hasta final de temporada, sobre todo en casa, hay que intentar ganarlo todo», asegura el murciano, que sí destaca un aspecto por encima de los demás, la cabeza. «Al final, lo más importante es la mentalidad. Por mucho que entrenes durante la semana, si llega el fin de semana y no tienes la mentalidad de querer ganar, de querer salir a por ellos, de comerte al rival, sobre todo en casa... Al final eso se nota y por muy bien que hagas las cosas entre semana, no consigues la victoria».

Y eso, claro, fuerza al equipo a echar el resto lejos de Iruñea. Lo cierto es que últimamente no le está yendo mal. «No creo que nos sintamos más cómodos, pero es verdad que parece que podemos hacer más cosas o tenemos más opciones. Es algo que tenemos que cambiar en casa -insiste- porque no puede ser que de estos últimos tres partidos no se haya ganado ninguno. El buque insignia de Osasuna siempre ha sido su campo, tenemos que cambiar lo que ha pasado en estos partidos».

Partidos de resultado nefasto que impiden a los rojillos respirar con definitiva tranquilidad. Aunque, y pese a insistir en la importancia de seguir con las orejas tiesas, Andrés tampoco cree que haya que entrar en el igualmente peligroso terreno de las urgencias. «Preocupados estamos desde el principio porque sabíamos que iba a ser difícil. Pero pese a esta dinámica mala en casa la situación en la clasificación no es tan mala, así que tenemos que intentar aprovecharlo para tirar adelante, tomando conciencia de que queda muy poco y de que muchas veces el fútbol no da segundas ocasiones», advirtió.