El mando integrado de las fuerzas de EEUU y Corea del Sur aumentó ayer de 3 a 2 el nivel de alerta de sus fuerzas, advirtiendo de «una amenaza vital». El siguiente nivel, el 1, corresponde al estado de guerra. Esta escalada afecta, no obstante, a dispositivos de vigilancia y de inteligencia militar y no a una alerta de operaciones armadas.

Puede producirse un disparo de misil «en cualquier momento a partir de ahora», declaró el ministro surcoreano de Exteriores, Yun Byung-Se, en el Parlamento.

El régimen norcoreano desplazó la pasada semana en su costa oriental dos misiles Musudan, de un alcance teórico de 4.000 kilómetros, es decir, que podría llegar a Corea del Sur, Japón o a la isla de Guam, que pertenece a Estados Unidos.

Después de ser castigada con una nueva batería de sanciones por parte del Consejo de Seguridad de la ONU por su tercer ensayo nuclear en febrero, y de la exhibición de fuerza que han llevado a cabo Estados Unidos y Corea del Sur, a través de maniobras militares conjuntas, Corea del Norte ha multiplicado en las últimas semanas las declaraciones bélicas, advirtiendo incluso del riesgo de una guerra termonuclear.

Los servicios de espionaje surcoreanos afirman que el Norte está dispuesto a lanzar un misil en torno al 15 de abril, día del nacimiento de Kim Il-sung, abuelo del actual líder norcoreano. Además podría coincidir con la visita a Seúl del secretario de Estado de EEUU, John Kerry, y del secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen prevista para mañana.

Una fuente gubernamental citada por la agencia Yonhap afirmó que Pyongyang podría disparar varios misiles, porque además de los Musudan, los movimientos de vehículos lanzadores transportan Scud y Rodong (con un alcance de más de mil kilómetros).

Estado de alerta en Japón

Japón, por su parte, también se declaró en «estado de alerta» ante un eventual lanzamiento de misiles. Desde el martes se han desplegado misiles Patriot en el centro de Tokio y en torno a la capital. También tiene previsto situar misiles en la isla meridional de Okinawa.

Aviso de Pyongyang a Tokio

Ante estos preparativos, el diario oficial del Gobierno norcoreano, el »«Rodong Sinmun», acusó a Tokio de «aventurerismo militar». «El Ejército Popular de Corea es perfectamente capaz de pulverizar las bases militares americanas, no solo en Japón, sino en la región de Asia-Pacífico», advirtió el diario. Amenazó además con convertir Japón en un «campo de batalla», con posibles ataques en sus principales ciudades, entre ellas Tokio, Osaka o Kioto, en el caso de que los nipones lleven a cabo movimientos que provoquen el inicio de un conflicto armado.

El secretario de Defensa de EEUU, Chuck Hagel, respondió que Pyongyang «está jugando con fuego» y que Washington «está preparado para responder a cualquier eventualidad».

Ante la escalada de amenazas, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, hizo un llamamiento a la calma, y opinó que se ha llegado a un nivel de tensión «muy peligroso». «Un pequeño incidente causado por un mal cálculo o un error de juicio podría crear una situación incontrolable», advirtió.

Pese a las tensiones, acutales, la Unión Europea confirmó ayer que no piensa evacuar sus misiones diplomáticas en Pyongyang ni en Seúl.