GARA > Idatzia > Kirolak> Futbola

Champions League

Ocho minutos de Messi rescatan a un errático Barça

Pedro aprovechó la corriente generada tras la entrada del diez para empatar.

p043_f01_345x435.jpg

BARCELONA 1

PARIS SAINT GERMAIN 1

Jon ORMAZABAL

Su maltrecho físico apenas le dio para un par de cambios de ritmo, pero una jugada personal y, sobre todo, toda la ilusión, dudas y miedos que generó Messi desde su salida al terreno de juego, con todas las alarmas rojas encendidas, rescataron a un errático Barcelona que, por sexto año consecutivo, disputará las semifinales.

Con tantas estrellas y dinero invertido, resulta casi obsceno que un equipo de la talla del Barcelona recurra a un jugador al 10% de sus capacidades como si de un salvador se tratara, pero los adalides de la teoría de la Messidependencia se cargaron ayer de argumentos al ver la metamorfosis que el equipo de Tito Villanova padeció sin y con el argentino sobre el césped.

Porque aunque en principio su ausencia no debería tener nada que ver, el Barcelona sin Messi fue un equipo desconocido en esos otros aspectos del juego que marcan el estilo del equipo catalán. Y es que, un equipo azulgrana inusualmente errático, fue incapaz de sacar el balón jugado desde atrás ante un rival muy peligroso, que no necesitó de continuidad en el juego para crear peligro en la portería de un Valdés que fue el mejor.

Con Busquets fallando pases nada habituales en él y Xavi acusando su falta de ritmo de competición, el PSG dispuso de grandes oportunidades gracias a la velocidad y calidad de jugadores como Ibrahimovic, Lavezzi, Pastore o Moura, mientras que solo Iniesta era capaz de crear algo para los catalanes.

Se encienden las alarmas

El paso por el vestuario no sirvió para arreglar nada, todo lo contrario, y el PSG logró el gol que había merecido en una jugada por la banda izquierda en la que Pastore no falló en el mano a mano con Valdés.

Villanova se vio entonces obligado a jugarse su última bala con un Messi que no hubiera jugado en caso de no haberse encendido todas las alarmas y le salió bien. Sin una participación tan directa en el juego, la sola presencia del argentino devolvió el norte al Barcelona, lo suficiente para que Pedro marcara el gol del empate y terminara el partido defendiéndose como un equipo vulgar.

 

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo