Víctimas de pelotas de goma lanzadas por fuerzas policiales en Euskal Herria y Catalunya reclamaron ayer justicia y responsabilidades políticas.

El caso del vecino de Atarrabia Aingeru Zudaire, que perdió la visión de un ojo debido al impacto de una pelota lanzada por un policía español en la huelga general del pasado 26 de setiembre, se suma a la muerte de Iñigo Cabacas en Bilbo y a las pérdidas de globos oculares registradas en Catalunya por cargas de los Mossos d'Esquadra.

El paseo de Sarasate de Iruñea acogió ayer una comparecencia en la que se denunciaron todos estos casos. El lugar no estaba escogido al azar, ya que Zudaire fue herido en esta céntrica arteria iruindarra. Según recordaron, tras una provocación de la Policía Foral contra las 20.000 personas que participaban en la manifestación convocada por los sindicatos, la Policía española lanzó pelotas de goma contra la multitud, mientras los convocantes de la huelga llamaban a la calma desde el kiosco de la plaza del Castillo e instaban a sentarse en el suelo para evitar la actuación policial.

El propio Zudaire explicó que se encontraba en la acera central del paseo, mientras que el agente que lanzó la pelota se hallaba en la calzada más alejada de Alde Zaharra. «No serían más de diez metros. Luego dirán que tienen como norma una distancia mínima para disparar o lanzar al suelo. Aquí no cumplieron nada de eso», relató.

Zudaire ha perdido casi completamente la visión de un ojo y parte del otro. «No veo más que sombras. Más que ver, intuyo», explicó. Ha sido sometido a dos operaciones y está a la espera de la tercera. Relató que el postoperatorio ha sido tremendamente duro. Ha tenido que permanecer con la cabeza agachada las 24 horas del día, lo que le originaba serias molestias para poder conciliar el sueño.

Estas dos operaciones han retardado el procedimiento judicial sobre la agresión padecida por Zudaire. Está a la espera de que concluya el tratamiento médico para que el forense realice una evaluación de los daños que ha sufrido y pueda reclamarse en los tribunales.

El joven de Atarrabia agradeció la profesionalidad y la atención que está recibiendo por parte de los profesionales sanitarios. Asimismo, también subrayó que el Ayuntamiento de esta localidad de Iruñerria aprobó una moción en la que se denuncia la agresión que sufrió y se reclama que se investigue lo ocurrido y se depuren las correspondientes responsabilidades, así como que se revise y se retire este tipo de material antidisturbios.

«Puede pasarle a cualquiera»

«Lo que me ocurrió a mí le puede pasar a cualquiera», destacó Zudaire, recordando que a la manifestación atacada por la Policía asistieron 20.000 personas. «Lo que queremos ahora es que no haya más víctimas de este tipo y que se abandone este material que asesina y es indiscriminado», añadió.

El alcalde de Atarrabia, Pello Gastearena (Bildu), acompañado de los ediles Angel Larraya (Aralar), Idoia Maya (Bildu) y Peio Gurbindo (no adscrito), se desplazaron el miércoles hasta Iruñea para entregar la moción en la Delegación del Gobierno español en Nafarroa y la del Gobierno navarro para exigir responsabilidades.

El portavoz de la Asamblea de Personas Afectadas por Represión del 26-S Grebalarien Kolektiboa, Alberto Jurado, subrayó la necesidad de que se depuren responsabilidades políticas de estas actuaciones policiales. «Una cosa es el mando policial o el agente que lanza la pelota, que también tienen responsabilidad. Pero también existe la responsabilidad política de quienes organizan este sistema policial», destacó.

En el caso del pelotazo de Zudaire, Jurado recordó que la presidenta del Gobierno navarro, Yolanda Barcina, es la responsable de las actuaciones de la Policía Foral mientras que la delegada del Gobierno español en Nafarroa, Carmen Alba, lo es de las de la Policía española.

Más recortes, más policías

Jurado criticó que mientras se producen recortes en educación, sanidad o servicios sociales, se incrementa el presupuesto destinadas a las fuerzas policiales con el objetivo de acallar la disidencia. «Hay menos funcionarios, pero más policías», resumió gráficamente.

Junto a ello, denunció que el ministro español del Interior, Jorge Fernández Díaz, manifestó a preguntas del diputado de Amaiur Sabino Cuadra que no tenía constancia de que el 26 de setiembre pasado se hubieran registrado heridos. «Si nadie del Ministerio tiene conocimiento de que dos ambulancias tuvieron que acudir a una manifestación de 20.000 personas para atender a los heridos y que más personas fueron por su propio pie a los centros sanitarios para ser atendidos, es que está lleno de incompetentes que tienen que dimitir», añadió.

Carles Guillot, representante del colectivo catalán Stop Bales de Goma y víctima de un pelotazo de los Mossos d'Esquadra, destacó que estos casos no son aislados, sino que responden a un modelo de gestión del orden público. Solo en Catalunya nueve personas han sufrido lesiones graves por pelotas de goma en los últimos cinco años.

Guillot destacó que esta violencia policial responde a «una estrategia política de emplear el miedo, de avasallar la disidencia por el terror mediante mutilaciones, como son nuestros casos, o la muerte como sucedió con Iñigo Cabacas en Bilbo».

Jurado destacó que es prácticamente imposible lograr una condena de un policía por este tipo de actuaciones, mientras que se juzga por la vía rápida a quienes son detenidos en huelgas o manifestaciones.