Ugarte y Nevado explican la delicada situación de Bidegi
I. INTZIARTE | DONOSTIA
La diputada de Movilidad e Infraestructuras Viarias de Gipuzkoa, Larraitz Ugarte, y la directora de Bidegi, Katty Nevado, comparecieron ayer en las Juntas Generales para explicar la delicada situación de la sociedad encargada de la gestión de las autopistas guipuzcoanas y los planes para su reestructuración.
Nevado repasó lo acontecido desde su llegada al cargo, en setiembre de 2011. Explicó que su primera tarea fue hacer un diagnóstico y que se topó con numerosas carencias. Entre ellas, unas estimaciones de ingresos que ya en 2011 y 2012 han sido 23 millones inferiores a lo previsto, una deuda de 900 millones, un contrato con Bidelan que blinda los ingresos de las empresas privadas independientemente de los flujos de tráfico o unos ratios de conservación muy superiores al de las carreteras gestionadas directamente por Diputación.
A ello añadió el incremento de los «gastos varios» en 2011, superior a 100.000 euros, cuando en 2010 y en 2012 rondó los 60.000 euros. Esa es la famosa partida que según el anterior director financiero no estaba en su lugar correspondiente, y que apareció en una caja de un almacén después de que se enviara un burofax a los anteriores responsables forales.
Copias de seguridad
También se refirió al escándalo creado en torno a la contratación de una empresa informática para realizar copias de seguridad, una práctica que, según recordó, es norma habitual en cualquier empresa.
Las explicaciones de Nevado soliviantaron a la juntera del PNV Aintzane Oiarbide, quien aseguró que Bidegi era la sociedad más solvente hasta que comenzó a gobernar Bildu, criticó la «tarifa plana» del máximo de 25 euros mensuales y aseguró que los 900 millones de deuda no son tal, sino una inversión. «Pregunte a los bancos si es o no deuda», le instó la diputada Ugarte.