Las posturas entre el Ejecutivo de Gasteiz y los sindicatos representados en Osakidetza siguen enfrentadas tras la segunda reunión de la Mesa General del servicio de salud celebrada ayer en Gasteiz. El aumento de la jornada protagonizó la reunión, si bien no hubo avances al respecto. Lakua insiste en la conveniencia de aplicar dicha medida de ajuste, mientras que los sindicatos se oponen a ella por considerar que acarreará pérdida de empleo y la merma de la calidad de los servicios.

Tras el encuentro de casi tres horas, los sindicatos coincidieron en su valoración al afirmar que no se produjo avance alguno y que respondía más bien a un «paripé» en el que el Gobierno de Iñigo Urkullu «se mantiene en sus trece». La única novedad que Lakua puso sobre la mesa fue la posibilidad de que los 30.000 trabajadores de Osakidetza disfruten de tres días libres más al año, condicionado a que «adapten» sus calendarios y trabajen más horas para luego disfrutar de esos permisos.

El sindicato LAB aseguró que Lakua «no va a negociar el incremento de jornada y tampoco concreta cómo lo quiere imponer». Lo que sí explicó, según el sindicato, es que serán jornadas completas o medias jornadas las que se aumenten.

En sendos comunicados, ELA y LAB expusieron los aspectos negativos que traerá esta medida y recalcaron la pérdida de empleo que supondrá. En concreto, LAB aseguró que «ha dejado sin empleo a entre 2.600 y 4.000 eventuales de los que antes trabajaban entre ocho y diez meses al año». Además, advirtieron de que aumentará la carga del personal fijo, lo que conllevará un empeoramiento de la calidad asistencial.

UGT, por su parte, incidió en lo poco novedoso del encuentro y recalcó que el Gobierno «no ha dado ninguna medida para paliar los recortes». De otro lado, Satse pidió a Osakidetza que la Mesa de Sanidad tome como referencia en la negociación acuerdos alcanzados en otros sectores de la Administración, aunque -según informó- el Ejecutivo no dio una respuesta concreta.

En nombre de Osakidetza, su director de Recursos Humanos, José María Armentia, destacó el «importante esfuerzo económico» realizado para «mantener y consolidar» la plantilla estructural que actualmente tiene el Servicio de Salud. Reconoció que se está pidiendo a los empleados «un esfuerzo a corto plazo» con la ampliación del calendario y la jornada laboral, pero confió en que «se puedan plantear cuestiones «en clave más positiva».

Protesta reprimida

La reunión tuvo como telón de fondo las protestas de los trabajadores, que se concentraron en el exterior de los Servicios Centrales de Osakidetza para denunciar los recortes en el sector sanitario.

Además de censurar el aumento de jornada que plantea Lakua, alertaron de que llevan años con recortes de salario, sin paga extra, sin días de asuntos particulares y con congelación salarial, lo que ha supuesto una disminución de alrededor de un 20% de su poder adquisitivo.

También en el Hospital Donostia se produjeron protestas, donde decenas de trabajadores se manifestaron en defensa de sus condiciones laborales. Precisamente un día antes, empleados del Hospital de Cruces llevaron a cabo un encierro del que fueron desalojados por la Ertzaintza debido a la «mala imagen» que representaba y para garantizar que el centro estuviera «en condiciones» para los pacientes, hecho que fue denunciado por los sindicatos.