José Ignacio Eguizabal Director de la ONG Alboan
Ética y presupuestos
La política fiscal y los presupuestos públicos tienen una dimensión ética clave, constituyen un instrumento fundamental para la redistribución de la riqueza que somos capaces de generar. Desde que el déficit público y su reducción se han convertido en el principal instrumento de lucha contra la crisis, todas las administraciones públicas presentan sus presupuestos, y consecuentes recortes como inevitables. Sin embargo, no podemos quedarnos tranquilos con la idea de que no hay nada que hacer.
A la hora de analizar los presupuestos, debemos examinar la capacidad que tienen las administraciones de ingresar recursos y también las prioridades de gasto. En todo esto, la política de cooperación sale perdiendo. Siendo pequeña en tamaño, es una política muy importante para muchas personas. Se ahorra bien poco en cantidades totales pero... cuánto perjuicio a tantas personas que necesitan de nuestro apoyo para alcanzar un futuro de vida digna, cuánto daño al perfil ético de las cuentas públicas.
Euskadi y Navarra, las comunidades desde las que Alboan trabaja, están entre las regiones de Europa que más riqueza y bienestar son capaces de generar colectivamente y sin embargo, la estructura de nuestra política fiscal no es adecuada a las necesidades, y las bolsas de fraude y de elusión fiscal que tenemos interpelan nuestra altura ética. Así, los recortes del gasto público tienen un impacto desproporcionado sobre las personas más vulnerables, con las que tenemos un compromiso histórico como sociedad.
Es necesario ingresar lo justo y gastar lo necesario, pero con un criterio claro: empezar por las personas más desfavorecidas. Nos harán así sentir orgullosos de participar con nuestros votos.