La deuda con los bancos de Bilbao Ría 2000 condiciona varias obras en los barrios
Mucho se viene hablando del futuro de Bilbao Ría 2000 y de su fórmula de construir ciudad a través de las plusvalías obtenidas con la venta de propiedades públicas. A día de hoy, la sociedad tiene una deuda de 195,7 millones que condiciona obras reclamadas por muchos vecinos.
Agustín GOIKOETXEA | BILBO
Una gran losa condiciona el futuro de Bilbao Ría 2000 y ese lastre no es otro que la deuda de 195,7 millones de euros que esta sociedad interinstitucional mantiene actualmente con siete entidades bancarias a través de dos créditos sindicados. Su amortización en los tres próximos ejercicios parece complicada de cumplirse, especialmente tomando como referencia la situación financiera de todas las administraciones públicas implicadas y las dificultades que están encontrando para vender buena parte de las propiedades, en forma de solares e inmuebles, que tienen en Barakaldo y en la propia capital vizcaina.
Para maquillar sus presupuestos, los rectores de la entidad cuentan con la venta de dos solares para los que no habían encontrado compradores hasta ahora. Se trata de una parcela en Abandoibarra, junto al centro comercial Zubiarte, destinado a viviendas de lujo; y el edificio de la antigua sede del IFAS, en Mazarredo. Tras muchas gestiones se logran desprender de dos propiedades cuya enajenación se aventuraba más fácil antes de la crisis del ladrillo.
Supone una quita de la deuda, aunque quedan por amortizar -según datos de la propia sociedad- 45,7 millones de euros en 2014, 100 millones en el ejercicio siguiente y otros 50 en 2017 a BBVA, Kutxabank, Banco Santander, La Caixa, Caja Laboral, Banesto y Banco Sabadell. Como promesa de hipoteca en garantía, Ría 2000 entregó a esas entidades una serie de activos en Bilbo y Barakaldo que, en 2010, se tasaron en 281 millones de euros, una cifra que se aventura elevada viendo la evolución del mercado inmobiliario, además de su aval como agrupación de distintas instituciones.
Los barrios, los más afectados
Con ese panorama nada halagüeño, se cambiaron las previsiones de ejecución de una serie de obras en Barakaldo y Bilbo. En la capital se han quedado en el cajón la reordenación urbanística e integración del ferrocarril en Olabeaga, el túnel de conexión urbana Ametzola- Miribilla, así como la urbanización del espacio que resultó del soterramiento de la línea de Feve de Basurto a Errekalde, en la que solo se acometió una estructura básica.
A tal punto ha llegado la situación financiera de Ría 2000, que se decidió «desprogramar», en lenguaje de sus responsables, la urbanización de la ladera de Irala, pese a haber llegado a ser adjudicada. Sí se mantiene el soterramiento de Feve en Irala hasta su conclusión y la urbanización de Garellano, forzada por los compromisos adquiridos con los promotores de los pisos que ya se están edificando.
En el primero de los proyectos, es posible gracias al convenio suscrito en junio de 2010 por Fomento, Feve, Diputación y Ría 2000, en el que el Consistorio bilbaino aporta este año 2,49 millones de euros y 2,05 el que viene, según recuerdan desde la sociedad interinstitucional.
«Nuestra preocupación reside en que los daños colaterales de este modelo hacia los barrios son importantes -advierte la concejal de Bildu Aitziber Ibaibarriaga-, ya que varias obras quedarán pendientes, algunas importantes y a día de hoy no hay ningún compromiso por parte del Ayuntamiento para ejecutarlas».
Asimismo, se pregunta cómo se acometerán esos proyectos, algunos de ellos «vitales» para los barrios, una vez que el modelo que han impulsado PNV, PP y PSE ha dejado de funcionar al no haber dinero.
Son varios los pronunciamientos de responsables políticos -es el caso de Bildu y PSE- sobre el futuro de Bilbao Ría 2000. Desde la propia sociedad interinstitucional se insiste, como lo vienen haciendo desde que se celebró su último Consejo de Administración el 21 de marzo, que «no se ha tomado ninguna decisión respecto a la liquidación».
Aclaran que se han encargado varios informes técnicos, en fase de elaboración, para poder decidir hacia dónde se encamina la entidad, «al cierre ordenado o a la continuidad». También habrá que determinar el futuro de las 22 personas que conforman la plantilla, en su mayoría técnicos. A.G.
A pesar de que Iñaki Azkuna dice tener saneadas las cuentas del Ayuntamiento, lo cierto es que el 15% de la abultada deuda de Bilbao Ría 2000 le corresponde. A Bildu le preocupa «esa realidad que se oculta».
Bildu pregunta a los responsables municipales cómo piensan acometer algunos de los proyectos de urbanización que demandan barrios como Olabeaga, Errekalde, Basurto e Irala.