Ignacio Martín realizó estas manifestaciones en la Junta de Accionistas de Gamesa, celebrada en Zamudio, donde dio cuenta de los resultados de la compañía en 2012. Gamesa cerró el pasado año con unas pérdidas de 659 millones tras acometer un gasto de reestructuración.

Martín subrayó que 2012 fue un año «muy complicado» y que la coyuntura había colocado a Gamesa y a las empresas del sector de fabricación de aerogeneradores ante un «futuro incierto». Sin embargo, indicó que «con realismo y audacia» se empezó a trabajar para superar la situación y recordó que en octubre se dio a conocer el Plan de negocio del grupo 2013/15, para garantizar una rentabilidad sostenible en el futuro del grupo, que se marcó como objetivo reducir en 100 millones sus costes fijos y adecuar los variables.

El responsable de Gamesa señaló que, precisamente, el resultado neto de 2012 se vio afectado por la puesta en marcha del Plan de Negocio, que supuso «acometer medidas y tomar decisiones que han impactado en el balance».

No obstante, el máximo responsable de la empresa indicó que la mayor parte de estas medidas no han tenido un efecto de salida de caja y han acomodado el balance a la realidad de las proyecciones del plan de negocio y a las circunstancias del mercado.

«Retos dolorosos»

Ignacio Martín manifestó que se han enfrentado a retos «dolorosos» -sin concretar que se refería a los despidos-, con el objetivo de que Gamesa salga «reforzada» de la crisis y que consolide su posición de «liderazgo». En este sentido, aludió a los ajustes que tuvo que acometer -y que la empresa no descarta que pueda haber nuevos en el futuro-, señalando que cada pérdida de un puesto es «un fracaso», pero era «algo imprescindible» para garantizar el resto de empleos y la compañía.

Tras indicar que la reestructuración debía «posibilitar» el crecimiento, añadió que Gamesa ha reaccionado y está «reaccionando a tiempo», lo que le llevó a afirmar que «se puede confirmar que el proceso avanza según lo previsto».