ASKE GUNEA, PRIMAVERA VASCA
Freedom Zone
Ramón SOLA
Una de las principales agencias de información lleva días difundiendo imágenes de Aske Gunea a todo el planeta. Primero lo bautizó como Free Zone, luego pasó a ser Free Space en algunos medios y al final ha quedado como Freedom Zone, más adecuado al nombre original y el objetivo. Lo relevante no es la traducción, sino constatar que lo ocurrido estos días en el Boulevard de Donostia supone un fenómeno político de alcance europeo, una muestra de rebeldía que supera estas fronteras, una anomalía democrática en un punto del mundo que muchos creerían resuelto tras la decisión de ETA.
Tecleando ayer la palabra «Police» en el buscador de esa gencia, solo las fotos de la operación de Boston superaban a las de Donostia, con sus 200 ertzainas cargados de escopetas ante un ejército de jóvenes desarmados. El filtro que aplica Madrid a la difusión internacional de la disidencia vasca (los corresponsales de los grandes medios cuentan desde allí la realidad de Euskal Herria) tuvo que hacerse ayer aún más tupido. Pero quien quiso ver y saber, vio y supo.
Descubrió que en Euskal Herria se sigue metiendo en la cárcel a personas por hacer política. Y existe una lucha por los derechos civiles que vista desde los estándares europeos actuales suena a cosa de otros continentes o de otro siglo. A la de Estados Unidos en los 60, Irlanda en los 70, Sudáfrica en los 80, un Tahrir, una intifada sin piedras, un «soy 132» mexicano, una revuelta estudiantil chilena... Freedom Zone, en definitiva.