Si hay un partido que Itxako parece claro que debería ganar para alimentar sus aspiraciones de eludir el descenso, es el de hoy en Castro (19.00, Fernández -Asturias- y Martín -Castilla y León-). Pero no será una empresa tan sencilla como pueda parecer. Es cierto que el Castro es el último de la clasificación, que ya está matemáticamente descendido, y que solo ha sumado dos puntos en 23 jornadas ligueras (34-31 ante el Valencia en la 5ª jornada, el 13 de octubre).

Pero la semana pasada el Rocasa, el tercer clasificado, se fue perdiendo al descanso (15-13), empataba en el minuto 50 y ganaba con apuros en el tramo final aprovechando el desfondamiento de las cántabras.

El Castro ha pagado la nefasta gestión económica de su directiva en las últimas temporadas y ha disputado la Liga con una plantilla muy corta, completada con muchas juveniles de su cantera. Pero las jugadoras han demostrado un amor propio impresionante, peleando cada partido hasta el límite de sus fuerzas -y de las lesiones-, y seis de sus derrotas en casa se han producido por cuatro goles o menos.

Itxako tendrá que emplearse a fondo si quiere sacar algo positivo en Castro, que además se enfrenta a su última posibilidad razonable de lograr una victoria en casa (en el cierre liguero le visitará Bera Bera). Las navarras sufren un problema similar, al encarar estos últimos y decisivos partidos con una plantilla muy justa de efectivos tras perder por lesión a Lopes, Feuchtmann, Urdiain y Marin.

Pero las posibilidades navarras de salvar la categoría pasan por ganar hoy en Castro, que cuenta con un siete titular aguerrido donde destacan la portera gasteiztarra Aisa, así como López, Gracia y Costales en la primera línea (y Gil si se recupera de su lesión en una mano), y la pivote Cobo.