El encargado de formar el Gobierno en Italia, el hasta ahora vicesecretario general del Partido Demócrata (PD), Enrico Letta, se preparaba ayer para anunciar, probablemente hoy, su Ejecutivo, que se prevé tendrá un marcado perfil político, pero también técnico, y estará integrado por representantes de izquierda y derecha, con el fin de sacar al país del estancamiento político en el que se encuentra desde las elecciones del 24 y 25 de febrero. Ayer se reunió con el presidente, Giorgio Napolitano, y con el primer ministro saliente, Mario Monti.

Según medios locales, Letta podría presentar hoy a Napolitano, la lista de ministros con personalidades de su partido así como del derechista Pueblo de la Libertad (PdL) de Silvio Berlusconi, para someterlo el lunes a la confianza de la Cámara de Diputados y el martes a la del Senado.

Letta reconoció el jueves que tiene «dificultades» dentro de su propio partido, reticente a formar una coalición con su enemigo histórico, el magnate Berlusconi. Pero el nuevo Ejecutivo tendrá, con toda probabilidad, los apoyos necesarios para salir adelante después de que el PD haya pedido un «sí» unánime, aunque no se ha superado el clima de división interna evidenciado en la elección del jefe de Estado, y de que cuente con el compromiso favorable de la formación de Monti, y aparentemente también del PdL.

Contra este eventual Gobierno votarán ya seguro el Movimiento 5 Estrellas (M5S) de Beppe Grillo, el partido Izquierda Ecología Libertad, que concurrió a las elecciones en coalición con el PD y la formación derechista Fratelli d'Italia, una escisión del PdL, mientras que la Lega Nord decidirá mañana su voto.

«Buenas sensaciones»

Al término de las consultas con Letta, el PdL dijo que quedaban flecos por cerrar para obtener su apoyo, pero ayer Berlusconi restó importancia a esas diferencias y mencionó las «buenas sensaciones» en su partido. «¿Si aún quedan flecos? No me ha parecido que hubiera problemas verdaderos», afirmó. Il Cavaliere criticó la política de austeridad de la Unión Europea, en lo que coincide con Letta, y se mostró abierto con sus rivales al tiempo que aseguró que la idea es que en el nuevo Gobierno haya una destacada presencia de «jóvenes y mujeres», una demanda de buena parte de la sociedad, y que él no será uno de los ministros.

Esa actitud positiva de Berlusconi fue criticada por el exfiscal antimafia Antonio Di Pietro, quien subrayó que «cuando Berlusconi muestra una gran sonrisa es señal de que todo va bien para él y muy mal para nosotros».

Como «un festín digno del bunga-bunga» calificó Grillo a ese futuro gobierno de coalición.