El miedo a más ataques lleva a esconderse a habitantes del norte de Nigeria
GARA |
Una veintena de islamistas y cinco policías murieron en un ataque del grupo islamista Boko Haram en la localidad de Gashua, en el norte del país. Según el representante de la Policía en el Estado de Yobe, Sanusi Rufai, los asaltantes se llevaron además nueve millones de nairas (44.000 euros)
El ataque se produce una semana después de la sangrienta intervención del Ejército contra Boko Haram en la localidad de Baga, al borde del lago Chad, en la que murieron 187 personas, la mayoría civiles, y buena parte de las viviendas acabaron calcinadas.
Traumatizados, muchos habitantes de Baga seguían escondidos ayer por temor a nuevos enfrentamientos. Los servicios de socorro, que no fueron autorizados hasta el jueves a entrar en el pueblo, intentaban convencer a miles de huidos de que volvieran a sus hogares.
«Muchos continúan ocultándose», explicó a France Press el portavoz de la Agencia Nacional de Ayuda de Urgencia (NEMA), Manzo Ezekiel. «Tienen miedo y huyen cuando nos ven llegar con militares. Una parte de nuestro trabajo es restablecer la confianza. Tenemos que mostrar a la gente que la ayuda está ahí y que los ataques han terminado», añade Ezekiel.
Los equipos de rescate comenzaron a levantar una docena de campos de desplazados y los médicos a brindar atención a los heridos. También se distribuyeron alimentos y ropa a las poblaciones afectadas.
El relato de lo ocurrido en Baga difiere según las fuentes. Bajo el amparo del anonimato, algunos habitantes aseguraron que los soldados se habían retirado inicialmente frente a los insurgentes armados con armas pesadas pero cuando regresaron con más recursos «incendiaron casas y dispararon a cualquier cosa que se moviera»
Baga se encuentra en el extremo norte de Nigeria, cerca de las fronteras de Níger, Chad y Camerún, a 150 kilómetros de la ciudad nigeriana de Maiduguri, considerada la cuna de la organización islamista Boko Haram.
El balance de al menos 187 muertos en Baga es el más elevado desde que Boko Haram comenzó su revuelta en 2009.
El presidente, Goodluck Jonathan, ha ordenado una investigación sobre las circunstancias de este baño de sangre.
Durante los cuatro años en los que Boko Haram ha llevado ataques en el centro y el norte del país, con la consiguiente represión por parte del Ejército, se hanb producido más de 3.000 víctimas mortales.