Imanol Intziarte Periodista
¿Pagafantas? A mucha honra
Si la Diputación de Gipuzkoa hubiera decidido entregar equis euros para construir una escuela en lo más recóndito de la Amazonia aquí nadie hubiera abierto la boca. Pero se da la circunstancia de que el año pasado destinó 24.000 euros a la ikastola de Lodosa, en Nafarroa, y hace unos días firmó un convenio para donar 600.000 euros, repartidos en tres años, a la ikastola Xalbador de Kanbo (Lapurdi).
Con lo de Lodosa algunos ya empezaron a enseñar la patita, pero con lo de Kanbo se han dejado de disimulos. Del PP y su ínclito delegado gubernamental Carlos Urquijo nada sorprende. Llama sin embargo la atención el ardor y la beligerancia con que se lo ha tomado el PSE, con Julio Astudillo como punta de lanza. Acuden al argumento facilongo y critican la subvención apelando a la crisis, el paro y las supuestas prioridades de la ciudadanía guipuzcoana. Cabe recordar que las ayudas al euskara, sean en Nafarroa, Lapurdi o la Cochinchina, cuentan con el respaldo de tres cuartas partes de la población, si nos atenemos a la representación en las Juntas. No obstante, el PSE podría organizar una consulta popular sobre qué gastos nos parecen más superfluos. Seguro que la Corona española, el Ejército, la Iglesia o la Guardia Civil no salen especialmente bien parados. Por no hablar del Instituto Cervantes, que este año cuenta con un presupuesto de casi 84 millones de euros para promocionar el castellano por todo el globo.
«Los franceses son más ricos que nosotros, somos los pagafantas de Francia», sentenció Astudillo. Obviando debates geográficos, sabe el juntero que no es un problema económico, sino de voluntad política. Sabe que tanto en Nafarroa como en Ipar Euskal Herria la enseñanza en euskara viene sufriendo para sobrevivir desde mucho antes de esta crisis porque los sucesivos gobernantes no han estado dispuestos a lanzar un mísero flotador. Eso en el mejor de los casos, porque lo más frecuente es que lo que lancen sea una piedra para ver si se hunde. Quizá alguien crea todavía que en esas circunstancias quienes defienden el euskara se van a quedar mirando.