Cerca de una veintena de personas murieron durante el tiroteo que se registró en la capital de Chad a última hora del miércoles en lo que las autoridades definieron como un intento de golpe de Estado contra el presidente del país, Idriss Déby, según fuentes de seguridad citadas por Reuters. Según el ministro de Comunicación, Hassan Sylla Bakary, «los miembros de este grupúsculo han estado conspirando durante cuatro meses para acabar con la paz». Los habitantes de la capital mostraron su sorpresa ante las noticias que apuntaban a un golpe de Estado porque, según afirmaron, no vieron nada anormal ni una presencia mayor de las fuerzas de seguridad. Además de los enfrentamientos, se llevaron a cabo algunos arrestos, tanto de civiles como de militares. Entre los detenidos figuraba Salé Makki, miembro de la opositora Coordinadora para la Defensa de la Constitución (CPDC).